Que nadie se engañe, lo de la Ley de Seguridad Sistemática o de la Ley Monetaria, Rafael Hipólito Mejía la concibe y la promueve para garantizar que su hija Carolina de Garrigó no vaya a terminar con sus huesos en la cárcel, igual que otros miembros y ex-miembros de la Junta Monetaria.

Lo de la protección de los ahorrantes y depositantes en los bancos es tan peregrino como aquello de que el Banco Central pagará de Baninter para garantizarle los chelitos a la masa de ahorrantes cuando el grueso de éstos, es decir el 85% de los ahorrantes, sólo tenía el 15% de los depósitos, mientras que el 15%, que eran los grandes depositantes, tenían el 85% del monto total en pesos y dólares depositados en diversas cuentas de Baninter, y éstas eran principalmente, como es lógico, las gentes del gran preocupado por los pobres que es el inefable Rafael Hipólito Mejía, que es el primer beneficiario, junto a los miembros de su sagrada familia, de la parte buena de su política de acabar con la pobreza, y en efecto, ya todos, incluido como número uno del grupo el mismo Rafael Hipólito Mejía, están, de lechero de Gurabo, entre los más ricos en dólares de todo el país; la parte dura de la política gubernamental de acabar con la pobreza le toca al pueblo que, efectivamente, sufre lo de que el mejor y más eficaz remedio para acabar con la pobreza es matando a los pobres. Escuadrón policial de la muerte; escuadrón económico de la muerte Malkún, Andy Dauhajre, Cross Frías, Despradel, Carolina Mejía, Sonia Guzmán y el mismo presidente Rafael Hipólito Mejía; alzas en el costo de la vida y destrucción de hospitales y cero asistencia médica. Un programa de gobierno perfecto de exterminio de la población.

Luego de que el 4 de enero el Presidente emitiera esta declaración, un ingenioso especialista en economía vino a corroborar en forma ampliada nuestra perspicaz apreciación de la Ley de Seguridad Monetaria.

Así, Julio Ortega Tous explicó: "De contrabando, en la llamada ‘Ley del Programa Especial de Prevención del Riesgo para la Entidades de Intermediación Financiera’, acordado en el marco de los intentos de reestablecer el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno y el Banco Central han hecho aprobar por el Congreso la impunidad a los delitos financieros y los desmanes cometidos por las Autoridades Monetarias. Los artículos 15 y 16 de dicha ley, aprobada por el Senado y por la Cámara de Diputados, establecen esa impunidad. Mal redactados y de forma indirecta, el artículo 15 dice que las "Secciones V, del Titulo II, y VII y VIII (del Título III, aunque no lo dice) solo serán aplicable en lo que no le sea contrario a la nueva ley.

"¿Pero qué dicen esos títulos y secciones de la Ley Monetaria y Financiera? La sección V del Título II regula la intervención del Banco Central como prestamista de última instancia. Eso es, cuándo y cómo el Banco Central y en cuáles montos puede prestarle a los bancos establecidos. Como ya vimos, el Banco Central violó todo lo dicho en la Ley Monetaria y Financiera al respecto, al financiar a Baninter y Bancrédito más de una vez y media su capital y por más de 30 días, como establece la ley. El Título III trata de la regulación del sistema financiero. La sección VII trata de la Regularización, es decir, cómo deben la Superintendencia y el Banco Central actuar para enfrentar preventivamente problemas en los bancos y las entidades financieras. La sección VIII trata de la Disolución, es decir, de cómo liquidar e intervenir a una entidad financiera.

"Precisamente todo lo que se violó en Baninter y en Bancrédito. Entonces los genios del Banco Central se las han ingeniado para meter en una ley de tratamiento de la crisis financiera actual, dos artículos para violar la Ley Monetaria y Financiera. Dos artículos para su impunidad, ante el crimen de lesa patria que cometieron de poner los intereses de unos cuantos grandes depositantes y canchanchanes políticos por encima de los intereses de todos los dominicanos. Además de inconstitucional, ya que ninguna ley es retroactiva, jerárquicamente una ley adjetiva no puede estar por encima de un Código, de una ley de fuero. Por ello es necesario advertir ante este intento de comprar impunidad de parte de los responsables de la crisis actual, amparándose detrás de la mampara del FMI. El progreso de los pueblos no se construye en base a retaliaciones y rencores. Pero tampoco en base a la impunidad a las más flagrantes violaciones a la legalidad y al imperio de la ley".

Volver a la Página Principal