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Solidaridad es una consigna hueca, demasiado hueca, propia para estafa y engaños
La situación no se resuelve con la perversa consigna esa tan vacía, insustancial y engañosa dizque de solidaridad. Solidaridad ¿con quién?, ¿con los verdugos?, ¿con los explotadores?, ¿con los que nos matan y oprimen? Esa consigna de solidaridad, esgrimida por el Episcopado Católico en el último comunicado de su Conferencia, muestra de arriba hasta abajo que la Iglesia Católica y el cristianismo es opio para el pueblo, es opio contra el pueblo, es una droga llamada a convertir en inútil al pueblo y a la gente para que ni pueblo ni gente luchen contra sus opresores, sino que se les arrodillen y le lamban… como aquí se dice, al verdugo que lo humilla y aplasta.
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