PARA DERROTAR AL HAMPA POLITICA GUBERNAMENTAL

Las denuncias políticas y económico-sociales acorralaron a Rafael Hipólito Mejía y forjaron en el pueblo conciencia necesidad de salir de él

 

A pesar de que a los dominicanos se les tiene en el banquillo de los acusados de utilizar un cultivo deliberado de la falta de memoria histórica para así dar forma a su complicidad con los males y las actividades de sus propios opresores y verdugos, se recordará que por este mismo medio y por el programa radial "La Voz del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO)", denunciamos como una reafirmación de la catadura de espía al servicio de los enemigos del país y del pueblo, al espécimen de la traición, Fidelio Despradel Roque, que abogó, en el momento clave de la ofensiva política contra Rafael Hipólito Mejía, desaforadamente, por el abandono del método de las denuncias políticas contra los abusos y atropellos en todos los órdenes por parte del gobierno de Rafael Hipólito Mejía, sus pepegatos y los consorcios imperio-capitalistas, so pretexto de que ya era, dicho método de lucha, obsoleto, al igual que el objetivo de la creación y desarrollo de la conciencia política de las masas, llegando hasta a inventarse que tanto las denuncias político-sociales, como el objetivo de la conciencia de las masas populares (lo que de por sí lo delataba, esto es a Fidelio Despradel, como un agente bonapartista al servicio de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y del gobierno de Rafael Hipólito Mejía), dificultaban el arribo a una salida y a la vez, reiteramos que, efectivamente, el reclamo y la demanda de ese agente doble del espionaje y contrarrevolucionario de tomo y lomo, llamado Fidelio Despradel Roque, no eran más que, tanto la comprobación como la reafirmación del nocivo papel que dicho personaje viene desempeñando, infiltrándose o, simple y llanamente, arrimándose con perversidad a los movimientos de reclamos de transformaciones sociales con la expresa finalidad de sonsacarlos y desviarlos y empujarlos, en el momento conveniente, al despeñadero.

Tal sucedió con el Movimiento Revolucionario del 14 de Junio del 1961 al 1965. Alentó la aventura seudo insurreccional y a lo que contribuyó apenas puede calificarse de sainete.

Cuando uno de los pocos hombres de extracción campesina, llamado "El Guajiro", participante en Las Manaclas, se sintió víctima de una celada y, con desesperación, le pidió, a viva voz, auxilio al agente espía Fidelio Despradel Roque, que en ese momento lo acompañaba, el hijo del cortesano del dictador, Arturo Despradel, el hijo de éste, demostrando que estaba hecho de la misma basura que su padre, salió huyendo despavorido, dejando en manos de sus atacantes al valioso campesino "El Guajiro", que hacía de práctico, de cuyas destrezas dependía, casi en absoluto, la suerte del grupo de Manolo Tavares Justo.

Más adelante el empeño de Fidelio Despradel fue, hasta el 1965, impedir que se efectuara un proceso efectivo de autocrítica en que se establecieran las raíces, formas, causas y manifestaciones de las aberraciones ideológicas, políticas y clasistas que produjeron aquel desastroso aborto al que aún pretenden, insólitamente, presentar como una hazaña revolucionaria y hasta insurreccional.

Tras la Guerra de Abril y la resistencia a la invasión yanqui, en la que Fidelio Despradel nunca estuvo presente en ningún frente de batalla militar y procesos en los que nadie puede decir que lo vieran disparando un solo tiro, pero sí urdiendo intrigas y conspiraciones de grupos de infames iguales a él, Fidelio Despradel Roque se empeñó en desviar los impulsos juveniles del movimiento revolucionario y popular del país y el pueblo, desde un rumbo u horizonte prometedor, popular y socialista, hacia los derroteros falsos y fuentes permanentes del fracaso y la descomposición del aventurerismo castro-debraísta-guevarista, pero eso sí, en esas aventuras, con las que se rompía momentáneamente todo posible vínculo del movimiento revolucionario con la teoría científica del marxismo-leninismo y en particular de Lenin, Fidelio Despradel mantuvo su coherente e invariable actitud comprobada de que jamás nadie puede testimoniar que lo viera efectivamente empuñando un fusil o participando en una acción de las llamadas de corte militar o acción directa contra un blanco contra-revolucionario, balaguerista o wessinista, ni tampoco en contra del imperialismo yanqui, como propugnaban los protagonistas de esas corrientes oportunistas y semi-anarquistas de carácter pequeño-burgués.

Formando parte de los que ahora, junto con el archi-traidor y archi-renegado revisionista Narciso Isa Conde, hacen de asesores de las Fuerzas Armadas títeres y reaccionarias e integrando una triada con Mario Bonetti, un viejo espía y Hamlet Herman, cuyos padre y el hermano, Dardo Herman Pérez, eran miembros activos del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, como consta en el Semanario 14 de Junio, en su sección "Conozca los calieses", ahora esgrimió, en apoyo al clan de José Miguel (Trujillo o Soto) Jiménez y del archi-lacayo y archi-títere del imperialismo Rafael Hipólito Mejía, que intentaron restablecer la dictadura trujillista, empeño del que no parecen haber desistido si juzgamos lo de volver a llamarle, por resolución de su Congreso, Pico Trujillo al Pico Duarte, precisamente la consigna de que no se hicieran más denuncias políticas, que se abandonara el método de principio propugnado por Lenin y tenido por base del auténtico y genuino movimiento comunista, de crear conciencia socialista y democrática en las masas, partiendo y por medio de la agitación y la propaganda política, pues así buscaba, Fidelio Despradel, amordazar y atar de pies y manos, de nuevo, al renaciente empuje del movimiento revolucionario popular, para, a la vez, permitir que pasara de contrabando la reelección del desacreditado agente y auto-confeso lacayo y títere del imperialismo, Rafael Hipólito Mejía.

Si las denuncias políticas y sociales se hubiesen dejado de lado y las fuerzas democráticas y socialistas hubiésemos hecho caso del canto de sirena del agente Fidelio Despradel y hubiésemos comido del dulce envenenado que este nefasto sujeto ofrecía de que abandonáramos la campaña de denuncias políticas, no cabe duda que Rafael Hipólito Mejía, los pepegatos y su hampa político-militar se hubiesen salido con la suya, para, con la reelección, pasar directo a la instauración de nuevo de una nefasta dictadura tipo la de Trujillo.

Sin embargo, una vez más, al tiempo que desenmascaramos la verdadera catadura de gentuzas como este Fidelio Despradel Roque, demostramos que cada teoría a la que apela este nocivo y pernicioso sujeto es una nueva basura cuyo objetivo permanentemente no es otro que dañar al pueblo, perjudicar el país e impedir que el movimiento democrático y revolucionario selle definitivamente su contenido socialista y popular, como único garante de su exitoso desarrollo inevitable.

Una vez más, el oportunista y agente doble del espionaje, Fidelio Despradel Roque, ha quedado derrotado y desenmascarado. Pero esto no le cambia su naturaleza de recalcitrante perro huevero.

 

Volver a la Página Principal