Las cifras y estudios dicen que República Dominicana es el país que más hambre y desnutrición padece teniendo abundantes recursos

 

Ahora es la FAO, organización de la ONU del área de la alimentación, la que en reciente estudio establece que la República Dominicana, de una escala de desnutrición en su población que va del 0 al 50, tiene 26 grados de desnutrición, o sea, la población dominicana no llena ni en la mitad los requerimientos alimentarios para tener una nutrición aceptable o normal, esto es, que como dijera en 1920 José Ramón López, "somos una raza de pasa hambre".

Cada vez que sobre la República Dominicana se ofrecen datos o cifras de los resultados de un área básica de la sociedad en las que entran en juego la vida y su calidad como la educación, salud, alimentación, vivienda, mortandad infantil o mortandad de las madres al parir, salario real y poder adquisitivo de la población, transporte, seguridad de vejez o por accidente, sólo queda palpable la comprobación de que la nación dominicana y su población están sometidas a un atropellante proceso de empobrecimiento y miseria, resultado tanto de la explotación y opresión por parte de sus verdugos nativos y extranjeros, y consecuentemente con esto, queda evidenciada la condición de agentes, de lacayos, de sirvientes y títeres de esos verdugos anti-dominicanos y anti-nacionales de los tirano alimaña Joaquín Balaguer, del archi-traidor Juan Bosch, del lumpen degenerado José Francisco Peña Gómez y de sus respectivas formaciones partidarias o corrup-partidos Reformista Social Cristiano, Pálido o PRD, y por igual quedan desenmascaradas sus respectivas plataformas ideológicas, políticas y sociales, como líneas programáticas al servicio de los peores intereses y carentes de fundamentos científicos y como evacuaciones fétidas infecciosas de culturas obsoletas, reaccionarias, propias de genuflexos carentes de identidad nacional propia.

En esa escala, que bien puede ser un retrato o si no un espejo exacto de la real y verdadera situación del pueblo dominicano, sólo está más desnutrida y hambreada que nosotros la población haitiana, que posee un grado de 29 puntos de 50 en la escala de los sufre hambre, o sea, 3 puntos por encima de los dominicanos.

Ese proceso de sufrir hambre se ha acentuado y sigue acentuándose con lo que se comprueba que Joaquín Balaguer, Bosch ni Peña Gómez presentaron soluciones a los males que en sus raíces mismas aplastan al país y pueblo dominicanos, y que lo de la presencia de los monopolios imperio-capitalistas o estar sometidos a la tutela recolonizadora de los Estados Unidos o de la Unión Europea, o del perverso cristianismo, en nada ha contribuido a la mejoría, al desarrollo ni a la elevación de la calidad de vida de la población del país dominicano.

¿Dónde, bajo qué forma y en qué consistiría la grandeza supuesta que se les atribuye a estos tres infames personajes, verdadera vergüenzas y lacras para la dignidad humana?

Sus alabarderos, que no son más que atajos de canallas, dignos discípulos y seguidores de sus maestros, gustan catalogarlos de grandes hombres, pero ninguno puede decir en qué consistiría la pretendida grandeza de Bosch, Balaguer o Peña Gómez, pues no son más que verdaderos paquetes de basuras.

 

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