¿Y cuál es la banda roba carros más grande del país?

Las palomas tirándole a las escopetas

 

El escándalo que se ha producido al comprobarse que la gran cantidad de vehículos de lujo o nuevos que habían sido robados en los últimos tiempos se encontraban en realidad en manos de altos oficiales de la misma Policía Nacional, como resultado de una línea bajada desde el gobierno de los pepegatos y del mismo Rafael Hipólito Mejía, ha venido a poner al descubierto que resultaba de todo dañino y perjudicial embarcar a la Policía Nacional en programas delictivos, como el de las ejecuciones, y a la vez premiar no sólo con la impunidad a los agentes y oficiales puestos a esa tenebrosa labor, sino con ascensos y escalafones superiores, como pago de acciones de verdugos policiales de espaldas a la Constitución y a las leyes.

En realidad tanto lo de poner a los altos oficiales policiales a usufructuar el botín del robo, en tanto a otros los dedicaban a las ejecuciones, no eran más que eslabones del programa de corromper todo vestigio de civismo y respeto a las leyes a nivel general para, con la reelección, reimplantar una dictadura con Rafael Hipólito Mejía a la cabeza, cuyo modelo no era otro que el de imitar la tenebrosa y criminal dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, el Chacal del Caribe.

Lo de Víctor Céspedes Martínez como Procurador General de la República del clan de facinerosos de la Escuela de Derecho de la UASD, junto con Franklin García Fermín y Salvador Ramos, es también parte del mismo siniestro plan dictatorial. Pero las masas se lo echaron pa’ bajo.

 

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