Cada escándalo de corrupción tiene su eco en los cualquerizadores Escuela de Derecho de la UASD

 

La Escuela de Derecho de la UASD debería sentirse asqueada y la UASD en general agraviada con lo que hacen los profesores de esa Escuela cada vez que pasan a ocupar un cargo de responsabilidad en la Judicatura o el Ministerio Público de la República.

Lo de la banda de Víctor Céspedes-Salvador Ramos en la Junta Central Electoral; lo de Mario Hernández, el amoral y degenerado; el persecutor ideológico y político antipacoredo Henry Blanco; y todo esto secundando con los frutos de su corrupción en el Estado, financiando y respaldando al rufián Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UASD, el perrodé-pepegato de Rafael Hipólito Mejía, Franklin García Fermín. Así no se contribuye a dignificar la UASD, sino a enlodarla y a prostituirla, cualquerizándola. Allí hace falta un profundo proceso de desinfección.

 

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