Los trabajadores totalmente desamparados de pensión por vejez y retiro

Otra cosa ocurre con delincuentes funcionarios

 

El Comité Provincial del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) en San Francisco de Macorís, así como todo el Partido, siente profundo pesar por la muerte de su activista, el obrero panadero Antonio González, mejor conocido como Felipe, en San Francisco de Macorís, cuyo maltrato y vejamen  sistemático por parte del régimen, representan un ejemplo vivo de la crueldad y bestialidad que contra los trabajadores significa el sistema capitalista de opresión y explotación. De sus 67 años de edad, 45 los pasó trabajando panadería, vendiendo su fuerza de trabajo por un miserable sueldo, que no le alcanzó nunca siquiera para darle de comer a su familia. Hasta la hora de su muerte era diabético y sufría de alta presión arterial.

El 14 de septiembre, mes y medio antes de su muerte, envió una carta al programa "La Voz del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO)", la cual fue leída al día siguiente, donde hacía constar, entre otros males, que tenía “19 años reclamando al Seguro Social, que ni es seguro ni mucho menos social", ya que requería la pensión que por Ley le correspondía, pero que siempre se la negaban, bajo el falso y criminal argumento, de que él, Antonio González, estaba fuerte, o si no, extraviándole, deliberada y perversamente, los documentos que llenaban los requisitos para que se le concediera la pensión.

Mientras se da este estado de injusticia en contra de la clase trabajadora, que en este caso concreto simboliza Antonio, en cambio para funcionarios corruptos y ladrones tanto de los gobiernos de Leonel Fernández 96-2000 como del hampón Rafael Hipólito Mejía, si no de Balaguer y para diputados y legisladores canallas aparecen pensiones por altas sumas de dinero, sin ninguna causa que lo justifique.

Como es el caso del ex-Gobernador del Banco Central, José Lois Malkún, a quien se pensionó con RD$460,000.00 mensuales durante el gobierno del perrodé Rafael Hipólito Mejía y su banda de pepegatos. Así mismo, los senadores y diputados se aumentan antojadizamente el sueldo cuando les viene en gana, aparte de los privilegios con que cuentan, entre ellos, viáticos, viajes al exterior, exoneraciones, lo mismo que sobornos de diferentes sectores oscuros, para que les aprueben leyes en su favor y al final, tras uno o varios períodos como parásitos legislativos, se jubilan con cuantiosas sumas mensuales, como es el caso del perrodé Rafa Gamundi, perverso boca-revolucionario.

De Antonio González (Felipe) es importante destacar su gran espíritu de humildad y solidaridad, tanto con su familia, esposa, hijos, amigos, compañeros de trabajo, y sobre todo, con los camaradas del  Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), lo que lo distinguió en la época de los 12 años de la dictadura del tirano y alimaña politiquero Joaquín Balaguer.

 

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