Alejandrina Germán encontró cómo lavar oro a costa del gran pendejo que es el pueblo

Con los panes de agua y gorgojos de Alejandrina y el choco agua o jugo químico del desayuno escolar, su marido, el Jabao Sosa, da forma a su campaña electoral para diputado por el Municipio de Los Llanos de San Pedro de Macorís

 

Lo de Alejandrina Germán y su pan de agua con gorgojos a 100 pesos, puede constituir definitivamente el anuncio de su firme determinación de no desaprovechar en su favor el cargo y salir de la Secretaría que ocupa, cuando tenga que hacerlo, con los millones de chanflán como su patrimonio personal, ya que vendiendo un pan de agua con gorgojos o una macita hedionda de harina de trigo, si no un conconete con coco rancio con un vasito de agua-choco o de jugo artificial, de los que destrozan estómago y rompen tripas, por 100 pesos, estando garantizadas la venta al Estado manejado con fines y propósitos depredadores, por este precio, de por lo menos 180 mil raciones diarias, sin competencia, puede resultar un negocio tan jugoso como el de la Coca Cola o el de la Marlboro para sus dueños al entrar al mercado chino, y con ello Alejandrina Germán reafirma su varonil espíritu empresarial de la virago Secretaria de deseducación nacional. Desde ya se podrá decir, cuando tenga que comprar a alto precio un pan de agua, aún cuando no esté tan duro ni con tantos gorgojos como el de Alejandrina Germán, “está más caro que el pan con gorgojos de Alejandrina”, pues el caso no es para menos.

Lo de la disposición de Alejandrina Germán de salir rica como el que más (lo de “o presa” descártese, que aquí lo de borrón y cuenta nueva es un recurso obligado pues el que sube nuevo con ello garantiza la impunidad al salir, y mientras arriba esté a robar se ha dicho), no lo sacamos sólo de lo que le tocará diariamente de los 18 millones de pesos para pan de agua y un vaso de choco o de juguito artificial, o sea vendidos éstos a 100 pesos por cada ración de las 180 mil, los cinco días laborables de la semana, sino de que Alejandrina Germán dispuso cambiarle la portada y el primer pliego interior a los libros del presente año escolar que Milagros Ortiz Bosch se apresuró a imprimir, también por su espíritu empresarial que la impulsa a lanzarse como una vaca tras la ganancia, aún a sabiendas de que ya no estaría en el gobierno para el año escolar que empezó luego de su derrota electoral, pero antes de la entrega del Poder.

Y dichos libros, con portadas nuevas y todo, han sido entregados por Alejandrina Germán como resultado de su iniciativa al frente de la cartera, no sin antes pactar negocio con Pepín Corripio, por un monto de 100 millones de pesos, que fue el presupuesto para cambiarle la portada y el pliego interior que ya la ratatatá, Milagros Ortiz Bosch, había dejado preparados y pagos de un todo.

Así como dijimos: “no jodas Alejandrina, no jodas, y cómo vas a vender tu pan de agua con gorgojos y un vasito de choco-agua o de un juguito artificial por tantos cuartos, no jodas Alejandrina, por dios no jodas así al país y al pueblo, no jodas” con razón de sobra, pues creemos que 100 millones de los fondos públicos por politiquería barata sólo se pueden explicar porque si los cuartos corren, al que reparte y reparte le toca la mayor parte.

 

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