Todas las tropelías y desmanes
pedófilos y homosexuales del cura Espinal han contado complicidad de
Iglesia Católica y del Cardenal
En el programa "La Voz del PACOREDO", igual que en el periódico
“¡Despertar!”, del que este programa es su expresión radial con carácter
diario, el día 15 de septiembre del 2003, dándole continuación y
seguimiento a la epidemia de homosexualidad dentro de la Iglesia
Católica, S. A. y sus legiones de sacerdotes y obispos, retocamos el
tema del cura homosexual y bisexual Domingo Espinal Reynoso, coronel
full del Ejército Nacional, y anunciamos que el cardenal Nicolás
Hildebrando Borgia López Rodríguez, junto a Timothy Broglio, el
representante de la cosa nostra siciliana e italo-norteamericano ante el
Vaticano y Nuncio (o sea, Embajador del Vaticano) en el país, tenían ya
ultimados los detalles para lograr la impunidad para Domingo Espinal
Reynoso, que se encontraba huyendo en Miami, a donde fuera enviado por
la Iglesia Católica y sus amigotes de las FF.AA. y el pasado gobierno
del hampón Rafael Hipólito Mejía.
Ahora, ya en marzo del 2005, tenemos que el cardenal Nicolás Hildebrando
Borgia López Rodríguez, al tiempo que arremete contra los homosexuales y
afeminados dentro de la Iglesia Católica, S. A., que al parecer el
antojadísimamente cardenal, como todo lo suyo, lo circunscribe al área
de influencia del Episcopado Dominicano que preside el obispo Benito de
la Rosa Carpio, donde está junto a turpenes de los que se han pasado
para el otro lado, como Mamerto Rivas, Benito Angeles, etc., etc., dejó
caer, como quien no quiere la cosa (¡Ay!, pero ¡ya lo hizo!) que los
padres del niño sodomizado y vapuleado sexualmente por Domingo Espinal
Reynoso habían escrito una carta retractándose de la acusación, esto es,
echándose para atrás.
Esto lo advertíamos en ese comentario del día 15 de septiembre del 2003
casi textualmente.
Y lo reproducimos de nuevo para los fines de que se compruebe una vez
más que nuestras apreciaciones no parten de subjetivismos ni de
intereses malsanos, sino de predicar con el ejemplo a fin de que el
pueblo se libre de la perfidia de quienes, so pretexto de una inventada
condición sagrada suya de representantes del invento llamado Jesucristo
aquí en la tierra, viven parasitariamente de la degradación y
humillación de las gentes bajo todas las formas de su envilecimiento.
He aquí, íntegramente, nuestra denuncia del 15 de septiembre del 2003:
El caso de las decenas de violaciones y actos de depravación sexual en
que está involucrado el cura católico Domingo Espinal, teniente coronel
del Ejército Nacional (que ahora mismo es propiedad del general de
Macondo, Hato Mayor del Rey, Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, debido a su
conducta irrespetuosa y violatoria de manera continua y reincidente de
la Constitución de la República y la Ley Orgánica de las Fuerzas
Armadas), se está enfriando, o sea arropando con el manto pestilente o
hediondo de la impunidad por todo un plan orquestado por las altas
jerarquías católicas, con Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez y
el representante de la cosa nostra siciliana a nombre del Vaticano, el
Nuncio Apostólico Timothy Broglio y los jesuitas a la cabeza, así como
con el concurso directo de la prensa radial, escrita y televisada y ni
qué decir que con los cuerpos directivos de los tres partidos del
sistema corrup-PRD, corrup-PLD y corrup-PRSC, así como con la
participación y activismo de periodistas amarillos y mercenarios, que
son amigos e íntimos del cura homosexual y pedófilo Domingo Espinal
Reynoso, quien desde el gobierno de Leonel Fernández, desde el año 1999,
tiene una denuncia en su contra por parte del padre de uno de los más de
20 varoncitos que violó, convirtiéndolos en su mujer. Son más de 2
docenas las niñas violadas sexualmente por el cura católico Domingo
Espinal Reynoso, teniente coronel del Ejército Nacional, Fuerzas
Armadas, República Dominicana y ni qué enumerar la cantidad de mujeres
católicas casadas de los que hacía a la vez de su confesor.
Domingo Espinal Reynoso, igual que una caterva grandísima de curas
párrocos y no párrocos, son verdaderos desenfrenados sexuales,
aberrados, degenerados, que son bombas de tiempo contra la sana
convivencia humana. Dichos aberrados sexuales dentro de la Iglesia
Católica abarcan todas sus instancias jerárquicas y todas las órdenes e
incluso dentro de las monjas, aunque los casos de éstas son más raros,
no por su número, sino por el hecho de que de sus prácticas lesbiánicas
es muy raro o difícil que haya una denuncia pública o un sometimiento
judicial, lo mismo que el acosamiento sexual por parte de los curas o
los abortos que se practican, que quedan casi siempre ocultos bajo el
manto del silencio y la complicidad del ambiente corrupto de la Iglesia
Católica, S. A.
El cura Domingo Espinal Reynoso, que recibió grandes aportes económicos
para su causa depravada por Leonel Fernández mientras fue gobierno del
‘96 al 2000, igual que de éste, de Rafael Hipólito Mejía, que ahora le
gratifica con la impunidad, además de las tantas donaciones y
contribuciones que le hiciera Rafael Hipólito Mejía, por saber que el
cura Domingo Espinal Reynoso es hombre de confianza y de las más íntimas
y secretas actividades del cardenal Nicolás Hildebrando Borgia López
Rodríguez.
Encontrándose en Miami, Domingo Espinal Reynoso habría recibido en una
ocasión la llamada del coronel full del Ejército Nacional, Pepe Goico,
de quien se dice que ya Rafael Hipólito Mejía lo premió otra vez
ascendiéndolo al grado de general de brigada, en pago o compensación por
todos los servicios prestados en contra de Baninter, para la quiebra de
éste y sacar de en medio a Ramón Báez Figueroa, así como por el terror
que tiene montado en la primera brigada del Ejercito sobre la baja
oficialidad y los guardias, obligándolos a ser partidarios de la
reelección, aún en contra de su voluntad individual, y en actividades
como las de impedir que los opositores, e incluso los pre-candidatos
anti-reeleccionistas del mismo corrup-PRD realicen su propaganda
política, como se evidenció en denuncia efectuada al respecto por los
palidistas de Leonel Fernández, y que Pepe Goico en esa llamada le
habría dicho al sátiro o depravado sexual, el cura católico Domingo
Espinal, que regrese, que él le garantiza que no le sucederá nada e
incluso que no tendrá que comparecer ante la justicia.
Al mismo tiempo se sabe que la Junta de Vecinos del INVI, km. 8 ½ de la
Carretera Sánchez, trabaja presionando al padre del niño que hizo el
sometimiento para que éste desista y se eche para atrás de la acusación
que le tiene formulada, avalada en hechos y dictámenes médicos y de la
misma comisión que por el Ejército Nacional llevó a cabo la
investigación, por órdenes de la Secretaría de las Fuerzas Armadas.
Esa Junta de Vecinos del INVI del Km. 8 ½ de la carretera Sánchez está
siendo inducida para que hagan público un documento de respaldo a los
desastres del desenfreno sexual del cura teniente coronel Domingo
Espinal Reynoso partiendo de las obras que hizo en la parroquia, pero
olvidando que de lo que se le acusa es de violación sexual, lo cual está
comprobado por el médico legista y la comisión del Ejército que
investigó el caso.
Da la sensación de que los directivos de la llamada Junta de Vecinos son
personas carentes de los más mínimos escrúpulos, inmorales, curtidos en
el soborno y en que los sobornen, que dan un ejemplo inigualable de
prostitución amoral que amerita que se esté vigilante contra estas
guaridas de antisociales y lacras de todas y las más bajas calañas.
No puede pasarse por alto que entre los más destacados amigos con que
cuenta el depravado sátiro homosexual y pedófilo cura teniente coronel
Domingo Espinal Reynoso, sean: el mercenario Cesar Medina, que fuera
brazo derecho asistente del asesinado, justo al salir de sus labores,
Goyito García Castro, crimen que permanece impune, y que el otro gran
amigo íntimo de Domingo Espinal, es ese mismo llamado Juan TH, de los
hombres de confianza de Rafael Hipólito Mejía y que todo el mundo sabe
cuál es su gran debilidad personal que incubara en los bajos mundos de
marginales y antisociales de los ghettos lumperiles de Villa María,
Santo Domingo; y claro está, esa su gran debilidad, aunque él diga que
eso no es nada ni es ninguna aberración, según su modernidad decadente,
tal vez y dentro de ciertos parámetros sea menos dañina que su desmedido
mercenarismo de caga-tinta y de “penny a liner”, esto es, mercenario
cagatinta de a tanto por línea o por lengüetazo. Es cosa de práctica.
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