Discurso de Rafael Hipólito Mejía no da
ninguna esperanza de solución a los grandes problemas de la gente Gobierno le va a meter mano a los depósitos de los ahorrantes ¡Cuidado! Estamos ya en lo de Argentina y el corralito La
perorata insustancial de Rafael Hipólito Mejía, atribuyéndose la
condición de encabezar un gobierno responsable, sin serlo, y diciéndose
preocupado por el país, cuando en verdad sólo le mueve el espurio interés
de su enriquecimiento a costa del descuartizamiento del país y la
explotación inmisericorde de la gente, devino en bravuconada amenazante,
por un lado, y por el otro en demagogia barata, muy bien conocida por las
desengañadas masas populares. Lo
que se desprende de esa perorata demagógica, barata e insustancial, es
que Rafael Hipólito Mejía ha formalizado la crisis nacional apenas al
segundo año de su desafortunada gestión; que Rafael Hipólito Mejía no
habló ni mencionó la desastrosa situación de miseria, sufrimiento y
dolor que padece el pueblo trabajador; que, en consecuencia, no habló ni
mencionó de paso concreto alguno para reducir el altísimo nivel de
desempleo; que no habló ni mencionó la crisis ni la solución del
abandono de los hospitales y el desamparo médico-asistencial que sufren
los enfermos del pueblo; que Rafael Hipólito Mejía no habló ni mencionó
plan alguno para reactivar la constreñida vida económico-comercial que
afecta al país; que Rafael Hipólito Mejía no habló de castigo para
quienes, desde el seno de su gobierno, se han estado robando y dilapidando
los recursos estatales, como es el caso escandaloso de Aníbal García
Duvergé. En
cambio, habló fanfarronamente de hacer que los empresarios paguen ITBIS
dos veces, con lo que en realidad está diciendo que los empresarios se lo
carguen al consumidor y que éste tenga así que pagar otro sobreprecio más
en cada artículo de su consumo. Sus palabras adquieren, en este terreno,
un tono necesariamente demagógico. Lo
de los logros en el aumento de la producción lechera y de arroz,
pretendiendo presentar éstos como grandes logros suyos, debería primero
demostrar que estos aumentos en la producción de arroz y leche son
reales, y que no son fruto de la mafia que contrabandea, por vía de la
frontera con Haití, precisa y exactamente arroz, leche en polvo y
medicamentos, sin mencionar otras cosas, sobre todo por la vía del Norte,
yendo a parar grandes cantidades de furgones a la zona de Gurabo. Quizás
en querer hacer lo suyo a espaldas del centro dirigente fue que estuvo la
metida de pata del infeliz ex cónsul, Radhamés García, y su contrabando
de chinos indocumentados. Del
mismo modo, la reducción de los gastos públicos y sociales de las
secretarías de Estado y de los organismos autónomos, restringirá aún
mucho más la circulación de dinero y de las actividades comerciales. Pero,
lo de la reducción de préstamos es una demagogia, si no un vulgar engaño,
puesto que de lo que se trata es de que el gobierno le va a meter mano a
los depósitos de los ahorrantes dominicanos en los bancos. ¡Cuidado!
Estamos ya en lo de Argentina y el corralito.
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