¡Qué
se ponga fin a esta nociva
hipocresía! Nicolás
de Jesús Hildebrando Borgia López Rodríguez aplica pena de muerte
cuando llama a proseguir sin miramientos los fusilamientos
inconstitucionales pero se escandaliza y arremete con insultos contra los
que abogan por la legalización de todos y cada uno de los derechos
ciudadanos incluido el derecho al aborto
El
cardenal de la Iglesia Católica, cuyo cometido no es en nada de carácter
espiritual ni de verdadera fe religiosa, sino lograr que la Iglesia Católica
y sus huestes de ensotanados sigan siendo los amos, dueños y
beneficiarios absolutos, a título de sanguijuelas del Estado nacional
dominicano, ha vuelto a reafirmar su papel de responsable directo de los
asesinatos policiales perpetrados bajo el desacreditado alegato de
intercambio de disparos, en flagrante y total violación de la Constitución
y las leyes, que son la base del Estado de Derecho. Se
recordará que es Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez, el autor
del estribillo mano dura, o sea, pena de muerte para los infelices
delincuentes de baja monta, e impunidad y protección absoluta para los
grandes delincuentes banqueros, funcionarios, altos mandos militares y
policiales, grandes industriales, comerciantes importadores, etc.
Aplicando por encima de la ley y la Constitución, desde el gobierno de
Leonel Fernández por Pedro de Jesús Candelier, que ejecutó más de
1,500 ciudadanos en plena vía pública, obra nefasta ésta que concluyó
en el gobierno de Rafael Hipólito Mejía-PRD. Ahora
que, bajo el mando de Marte Martínez las ejecuciones policiales amparadas
en el falso alegato del famoso intercambio de disparos han sido
reiniciadas, de nuevo, Nicolás de Jesús Hildebrando Borgia López Rodríguez,
ha requintado su orden de matanza, diciendo que las autoridades deben
recurrir al uso indiscriminado de las armas de muerte para enfrentar a los
delincuentes, sin reparar en las leyes vigentes ni en la Constitución. Como
en todas y cada una de las otras ocasiones se sobreentiende que este
funesto personaje, arrogante, prepotente, abusador, ambicioso y soberbio,
está llamando a proseguir sin miramientos con los fusilamientos
inconstitucionales. Y es que la Iglesia Católica sólo entiende de
derecho canónico, que es lo mismo que decir derecho de brujería, derecho
de oscurantismo, derecho de abuso de las masas populares y derecho de
matar como lo hicieron en la noche oscura de la Inquisición. Y
todo eso lo hace Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez, además,
diciendo que se opone a la implantación de la pena de muerte por la que
aboga Andrés Bautista, el pollero, presidente del Senado perredeísta. Es
como decir en realidad para qué escandalizar con una ley cuando de hecho
nosotros los del vicariato castrense aplicamos la pena de muerte por vía
de ese mismo acuerdo que es el Vicariato de carácter bonapartista. Del
mismo modo, dicho cardenal no hace mucho que arremetió con insultos de
todos los calibres contra aquellos ciudadanos que abogamos por la
legislación congresional que establezca el derecho al aborto. Lleno
de su proverbial hipocresía, se destapó el personaje de marras contra el
uso del preservativo, contra el uso de las pastillas anticonceptivas, así
como en contra del uso de la llamada pastilla anticonceptiva de un día
después. Está de más
recalcar que nosotros, el Partido Comunista (PACOREDO) apoyamos todas y
cada una de esas demandas y llamamos al pueblo a que secunde la lucha por
la legalización de todos y cada uno de esos derechos, incluido el derecho
al aborto; y que se ponga fin
a esta nociva hipocresía por la que aboga Nicolás Hildebrando Borgia López
Rodríguez para seguir él y la Iglesia Católica, así como su tropel de
curas, viviendo parasitariamente a costillas del pueblo y del país.
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