¿Es éste el que gobierna para la gente?

Cada vez que Rafael Hipólito Mejía abre la boca o adopta algún tipo de medida lo hace en contra del bienestar del pueblo pero siempre a favor de los explotadores, particularmente de los monopolios extranjeros norteamericanos y europeos

 

Un fiasco o un verdadero paquete, si no un “follón de Yamasá” resultó el llamado discurso en el que Rafael Hipólito Mejía resolvería el problema energético del país, según decían desde su gobierno los burócratas comecheques y los metemano insaciables en las arcas desfondadas del Estado, que se siguen enriqueciendo cada vez más y más, en tanto hunden en el pozo sin fin de la miseria y el sufrimiento a las masas populares de obreros, artesanos, campesinos, chiriperos, estudiantes, medianos y pequeños industriales y productores agrícolas en general, así como los profesionales de las llamadas áreas liberales, esto es, el grueso de ingenieros, abogados, médicos, contables, etc.

Cada vez que Rafael Hipólito Mejía, con su truculencia habitual y ya muy bien conocida por todos, abre la boca o adopta algún tipo de medidas, éstas van en contra del mismo corazón y el bienestar del pueblo. Pero eso sí, siempre a favor de los explotadores, particularmente de los monopolios extranjeros norteamericanos y europeos.

La crisis de energía eléctrica entra en un callejón sin salida en el momento en que las empresas estatales, particularmente la CDE, se coloca como menú en el festín de la privatización de las empresas estatales, preconizada por el neoliberalismo, propugnada por los monopolios extranjeros y sus lacayos del patio.

Eso lo empezó Balaguer, siendo Leonel Fernández-PLD quienes, junto con el PRD, que dominaba absoluta y totalmente el Congreso, decidieron imponer el despojo al país de la CDE y regalársela a monopolios norteamericanos y españoles en particular, a precio de vaca muerta.

Hasta hace poco, la energía eléctrica era una de las pocas vías a través de las cuales la población recibía algo de usufructo de las múltiples riquezas nacionales de que era despojado el país con la constante complicidad de los gobiernos lacayos y títeres como los de Balaguer, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Leonel Fernández y ahora Rafael Hipólito Mejía.

Y resulta que éste quiere presentar como una solución el despojo de que ha sido objeto el país y el pueblo con la privatización, el ahondamiento de ese mismo despojo, generalizándolo y consolidándolo, en beneficio de los monopolios extranjeros y en perjuicio del pueblo y de todo el país.

Es cierto que la prensa amarilla ha estado alabando ese ramillete de truculencias antipopulares y antinacionales que constituyó la alocución de Rafael Hipólito Mejía en torno al asunto energético, como una acción valiente. Pero si el punto de vista de la prensa de los banqueros y grandes comerciantes que subyugan el país es presentar como valientes esos desafueros, como contrapartida nos asiste el pleno derecho de llamarle a su alocución amasijo de cobardía y puñalada trapera o tiro de gracia en la nuca al pueblo y al país.

Las medidas de Rafael Hipólito Mejía sólo significan lo siguiente:

a) Las facturas eléctricas de cada hogar serán 2 y 3 veces más elevadas. El que pagaba 400 pagará 800 ó 1,200 mensuales; el que pagaba 600, llegará ahora a 1,200 ó 1,800 cada mes; y así sucesivamente. Y esto, sólo para empezar al final...

b) Los negocios medianos y pequeños, como los comercios que expenden cerveza, bebidas refrescantes, jugos, embutidos, queso y mantequilla, tendrán facturas multiplicadas por 2, por 3 y por más.

c) Otro tanto pasará con los talleres de mecánica y soldadura, así como de ebanistería y repostería y de los salones. Centros de diversión, adiós.

d) Rafael Hipólito Mejía le va a entregar las fuerzas represivas a las distribuidoras para que, además de estafar al pueblo que el mismo gobierno insultó llamándole mala paga y que no le gusta pagar, también tengan la oportunidad de masacrarlo cuando se decidan a perpetrar su insaciable ambición.

e) No existe ninguna institución definida y clara donde el pueblo, donde el ciudadano estafado con factura de energía no consumida, pueda reclamar justicia.

f) Rafael Hipólito Mejía habló demagogias baratas, mucha ... y politiquería barata con eso de subsidiar a 254 barrios pobres cuyas viviendas consuman por debajo de 300 pesos mensuales.

Que el radioyente o el lector de “¡Despertar!” coja un lápiz y un papel, o que preste detenidamente atención, y recuerde que en el país hay 32 provincias, con un total de 180 municipios más o menos, en cada uno de los cuales hay 20 barrios ó más de gente que vive en la extrema pobreza.

Tendremos entonces que en el país hay de 3,600 a 4,000 barrios ultrapobres, y de esos 4,000 barrios, Rafael Hipólito Mejía y sus alabarderos de la prensa amarilla y de televisión presentan como una gran acción suya que se subsidie a 254 barrios que apenas sería el 5% de la población pobre, muy pobre e indigente.

¿Es éste el que gobierna para la gente? Ahora es la gente que está conociendo la real catadura del PRD, del difunto Peña Gómez y del bocón presidente Rafael Hipólito Mejía.

Rafael Hipólito Mejía debería, ya que al parecer está sufriendo de una grave enfermedad y se dice que de un cáncer en el colon, dejar de engañar y hablar mentira, hacer un esfuerzo, asincerarse, y reconocer que él es un archi lacayo de los explotadores y opresores del pueblo, y que está alineado con los que dicen y propugnan que la pobreza se acaba o se controla matando a todos los pobres, si no a una gran parte de ellos.

Sin embargo, el Partido Comunista (PACOREDO) exhorta al pueblo a resistir, a exigir su bienestar y sus derechos. Que República Dominicana sea para todos los dominicanos, o que se hunda la isla.

 

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