Puede que
exista mucho bla, bla, bla, desde la Jefatura
de la Policía Nacional En
los hechos P.N. se está desbordando en excesos represivos y
persecutorios, así como aplicando métodos cavernícolas y bárbaros,
como los de los asesinatos y las torturas La actuación de
la P.N. en todos los terrenos o esferas de la actividad social está
arrojando un saldo que pone a dudar a toda la ciudadanía sensata de las
buenas intenciones del actual incumbente de la Jefatura de esa institución,
y que echa a rodar por el suelo, una vez más, la ilusiones y esperanzas
de que esa institución puede cambiar. El caso de la señora
Elizabeth Martínez, que fue violada y obligada por el coronel Veras de la
P.N. a practicarle sexo oral mientras se encontraba detenida con fines de
investigación, le pone los pelos de punta a cualquiera. La P.N., desde su
Jefatura hasta el Relacionador Público de dicha institución, dan
muestras de estar ocultando pruebas y evidencias a fin de propiciar que su
coronel Veras sea descargado, lo que hace cómplice al Jefe de la P.N. y
al Relacionador Público, así como a toda la estructura que está detrás
o junto con ellos. El Jefe de la
Policía Nacional al parecer es un buen actor. Pero se trata de hechos
donde la Policía se está desbordando en excesos represivos y
persecutorios, así como aplicando métodos en realidad cavernícolas y bárbaros,
como los de los asesinatos y las torturas. Puede que exista mucho bla, bla, bla, pero en los hechos existe algo terrorífico.
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