Para Narciso Isa
Conde los sujetos de su
historia de social-traidor, social-renegado, social-mercenario y
social-lacayo son Balaguer, la reacción y todos los explotadores y
opresores del pueblo Ese fantoche y amanerado
renegado revisionista nunca estudió ni le interesó adherirse a los
puntos de vista del marxismo-leninismo, sino que se comprometió y se casó
bien joven con la traición al socialismo El
renegado oportunista y socialtraidor revisionista del marxismo-leninismo,
Narciso Isa Conde, está empeñado en distorsionar su larga trayectoria de
oportunista y revisionista con una práctica incuestionablemente
contrarrevolucionaria y de agente de la reacción criolla y del
imperialismo norteamericano, como de los socialimperialista rusos, esto
es, Narciso Isa Conde, el renegado oportunista por excelencia, ha sido
siempre un mercenario de la peor laya. Ahora,
este espécimen, repulsivo y degenerado, de renegado de tomo y lomo,
reclama que se le juzgue en forma individual, por lo que él ha hecho y
dicho, pero que no se le juzgue por su militancia ni por la plataforma de
las organizaciones desde las que ha operado. Más
aún, en el contexto de sus reclamos de renegado revisionista y
socialtraidor, exige que se le juzgue por sus escritos y que, como tal, se
pondere su papel de sujeto de las izquierdas. Además, disuelve bajo este
inaprensible concepto la realidad concreta de sus traiciones que datan
desde el 1962 hasta la fecha. Y
resulta que cuando se decía comunista y no izquierdista, no se atenía ni
partía, ni mucho menos sustentaba su postura en el marxismo-leninismo ni
en los clásicos Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tse Tung, sino que se
sustentaba y apoyaba en las traiciones que en contra del
marxismo-leninismo elaboraron los Jruschov, Brezhnev, Kosiguin y todos sus
amos de entonces, reales zares socialimperialistas rusos. Ese
fantoche y amanerado renegado revisionista nunca estudió ni le interesó
adherirse a los puntos de vista del marxismo-leninismo, sino que se
comprometió y se casó bien joven con la traición al socialismo. Ahora,
persiste, en forma vergonzosa y vergonzante, en ese mismo revisionismo
oportunista, y habla de izquierdas en general y en abstracto, pero no
menciona siquiera la expresión marxismo-leninismo, ni parte de la lucha
de clases ni de los intereses concretos de la clase obrera o trabajadora,
sino que persiste en su postura de renegado revisionista y de
recalcitrante oportunista. Reclama
que se le juzgue como de las izquierdas, que se aprecie su ideúcha,
propia de renegado, de sujeto de la historia en lugar de las masas
trabajadoras, encabezadas por la clase obrera, como motor de la historia. Como bien advertimos, el renegado Narciso Isa Conde, no tiene a las masas como escenario de su labor, sino que lo suyo es buscarle el lado a los círculos de Poder del Estado, en particular los del área de la opinión y la prensa de la burguesía, que, según sus criterios oportunistas, propios de renegado convicto y confeso, son los sujetos de la historia, de su historia de socialtraidor, socialrenegado, socialmercenario y sociallacayo de Balaguer, de la reacción y todos los explotadores y opresores del pueblo.
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