En tal dilema se
encuentran las masas del pueblo dominicano: “Chivo que no grita ni se
defiende, ‘puñalá’ y ‘puñalá’ con él" Subsidio a pobres en
materia de electricidad es vulgar engaño como todos los planes que
elaboran y todo lo que dicen y hacen Rafael Hipólito Mejía y su gobierno
PRD para servir a explotadores de masas populares y trabajadoras
Rafael
Hipólito Mejía y el PRD están quedando cada día que pasa evidenciados
como círculos que al sólo responder y servir los intereses y los fines
de los explotadores de las masas populares y de los trabajadores, todo lo
que hacen, todos los planes que elaboran y todo lo que dicen y propalan es
para aumentar las desdichas y sufrimientos del pueblo, al que le endurecen
más y más la situación en cada minuto que transcurre. Y
lo peor del caso es que, para justificarse, sólo saben salir al medio a
hablar mentiras y a urdir patrañas para que el pueblo se descuide y así
poder hundirle despiadadamente en las espaldas y el pescuezo el puñal de
la muerte. Es
por lo que dicen “chivo que no grita ni se defiende, ‘puñalá’ y
‘puñalá’ con él”. En tal dilema se encuentran las más extensas
masas del pueblo dominicano. Las
llamadas medidas para resolver la crisis energética ya todo el mundo se
da cuenta de que son una cámara de gas para matar masivamente a la
población de escasos recursos. Está
claro que el subsidio a los pobres en materia de electricidad es un vulgar
engaño. Basta
y sobra saber que en el país hay más de 6 millones de pobres, esto es, más
de 1 millón 200 mil familias de indigentes, como reconoció el llamado
gabinete de curanderos sociales peñagomistas que, dentro del gobierno,
encabeza su viuda Peggy Cabral. Y si apenas es un 4% del total las
familias pobres subsidiadas, tendríamos que esto sólo representaría a
48 mil casuchas desparramadas por todo el país. Pero
ahí entraría, según Rafael Hipólito Mejía, con la elevación
demoledora de la tarifa eléctrica, a desangrar los empobrecidos bolsillos
populares. Tres y cuatro veces de lo que antes era, y de ahí una situación
de la que no se salvan ni las familias que consumen y pagan menos de 300
pesos de luz al mes, como se ha estado denunciando desde esos mismos
barrios, a los que, además, se les está cobrando retroactivamente un
alza de la tarifa eléctrica. Rafael
Hipólito Mejía y su gobierno PRD dijeron que a partir de enero se
aumentarán en 7% el salario de los empleados privados, lo que, según cálculos,
aumentaría en término promedio RD$140.00 al mes de ingreso para los
“privilegiados” que logran estar ocupados, esto es, no desempleados.
Sin embargo, con la triplicación o más de la tarifa eléctrica y la
inflación a todo galope, todos los artículos alimenticios y de otro carácter
que cubren las necesidades más perentorias y urgentes de la gente,
redondean un aumento que sobrepasa el 30% del costo actual. Frente
a esas alzas mayores al 30%, ¿a qué quedaría reducido el insignificante
aumento salarial del 7% cuando venga, dentro de 6 meses, a producirse, y
esto de los que estén empleados?; en realidad lo que quedará será ese
aumento en un tercio de la pobreza, esto es, donde eran 100 pobres habrán
130 y así sucesivamente.
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