Al son de las balas de goma se ha puesto de nuevo en
actividad el escuadrón de la muerte de la P.N.
En
el país se podría perfectamente escribir un ensayo que hable del famoso
cilantro y sus semillas de Fernandito Villalona, así como de las alegres
ejecuciones y fusilamientos que al por mayor y al detalle escenificara
Pedro de Jesús Candelier en su paso por la P.N. y con su creación del
escuadrón de la muerte que operara bajo la divisa de los tristemente célebres
intercambios de disparos. Pero,
por sobre todo, hay que destacar que el actual Jefe policial, Marte Martínez,
es en verdad un buen actor, con sobrada madera para escenificar papeles
cargados de cinismo o de humor negro. Pues
eso de decir que sus efectivos enfrentan las manifestaciones con balas de
goma, en tanto numerosos ciudadanos, que suman como media docena, caen con
el pecho atravesado por disparos policiales, mientras que más de 2
docenas resultan con el pecho herido, si no heridas en los brazos,
cabezas, piernas y demás partes del cuerpo humano, etc., sólo es
aceptado si se les toma como expresiones de cinismo y actos inconfundibles
de humor negro. Así,
al son de las balas de goma, se ha puesto de nuevo en actividad el escuadrón
de la muerte de la P.N. y sus andanzas han sembrado de cadáveres a
diferentes barrios del país, sobre todo de la capital. En
Villa Consuelo, Villa María, Villa Francisca, Villa Mella, se han
reeditado los fusilamientos de personas apresadas y luego fríamente
impactadas por agentes con sus armas de fuego. Ya sabíamos que esa siniestra sonrisa que esboza permanentemente Marte Martínez sólo es equiparable a la del personaje “Mandíbula” que aparece en James Bond, que es capaz de matar a puras dentelladas hasta a un tiburón y salir sonriente del agua.
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