Con entrada en vigencia plena de la mal llamada Ley de
Seguridad Social La población más pobre va a conocer, en toda su criminal crudeza, el rostro infernal de la deshumanización capitalista neoliberal
Los
banqueros, monopolios y los partidos políticos del sistema, junto a todo
un conjunto de burócratas que se enriquecen a costa de las injusticias,
como Bernardo Defilló, que recibe un sueldo de 150 mil pesos al mes,
Arismendy Díaz Santana (hermano de Juan Bolívar) con un sueldo de cerca
de 200 mil pesos al mes, o bien un Enrique Iglesias, el mismo del BID, que
gana 15 mil dólares mensuales más otros 125 mil pesos dominicanos cada
mes en la Seguridad Social, etc., se muestran alborozados y desbordantes
de entusiasmo con la entrada en vigencia plena de la mal llamada Ley de
Seguridad Social, con la que quedan privatizados los hospitales públicos
y todos los servicios médicos y se le quitan definitivamente los escasos
servicios hospitalarios gratuitos que recibía la población en esos
hospitales públicos. Ahora
es cuando la población más pobre va a conocer el rostro infernal de la
deshumanización capitalista neoliberal en toda su criminal crudeza. Ya
el politiquero Secretario de Salud del actual gobierno, Rodríguez
Soldevilla, anunció que todas las ambulancias de los hospitales públicos
han sido privatizadas y puestas bajo la dirección de un patronato
privado, y que el que necesite una de esas ambulancias, que hasta hace un
mes eran de los hospitales públicos, tendrá que cantearse con una
cantidad de pesos que van desde 3 mil a 5 mil pesos, y por adelantado. En
una reunión con los directores de los hospitales públicos efectuada en
el mes de abril, Rodríguez Soldevilla les dijo: “Deben ir buscando qué
hacer, pues en noviembre de este año, los hospitales públicos serán
entregados al sector privado y ustedes quedan cesantes a partir de ahí”. De
seguro que ya los del PLD y Leonel Fernández tienen sus slogans llamando
al pueblo pobre a que no luche contra el desamparo absoluto con que el
Estado y el gobierno quieren aniquilar a la gente. Pero se equivocan, el
pueblo luchará, pase lo que pase y caiga quien caiga. La justicia social
ha de prevalecer.
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