Necesidad recuperar CDE  manos privadas

Deja al desnudo a hipócritas prensa amarilla, empresarios y supuestos patriotas  propiciaron privatización

 

La corriente que, surgida dentro de los senadores, reivindica la necesidad de recuperar de las actuales manos privadas la parte que le fuera arrebatada en sucias negociaciones a la CDE y que ostentan odiosos círculos monopolistas españoles y norteamericanos, independientemente de las reales intenciones de ese grupo de senadores, esto es, sin importar si lo dicen en serio o si lo hacen  como simples poses demagógicas y con otros fines, lo cierto es que la procurada readquisición de dichas acciones y propiedades usurpadas al pueblo en forma nada limpia, con sólo ser anunciada ha servido para evidenciar a los hipócritas que, desde la prensa amarilla -propiedad de banqueros y gángsters- o del litoral de los empresarios y patriotas  en general, o hacen más que usar las desgracias que padece el pueblo por culpa de la misma privatización que propiciaron para hacer un nuevo gran negocio para su peculio personal a costa, es decir, teniendo como materia prima el dolor, los sufrimientos y los padecimientos de la población que, dicho sea de paso, ellos idean o contribuyen a crear con sus aviesas posturas.

Por ejemplo, los de la letrina “Hoy” de Pepín Corripio y sus sucedáneos, que han hecho un gran negocio con lo de las protestas por los abusos y estafas de Edesur, Edenorte y Edeeste (AES), tan pronto oyen desde lejos lo que se cocinaba en los predios senatoriales abjuraron, y se desenmascararon gritando que eso de la readquisición de la parte usurpada a la CDE era inadmisible y que preferían hasta el infierno mismo antes que la CDE vuelva a readquirir su pasado carácter estatal.

Qué gusto y qué placer ver y leer a don Cuchito Alvarez Dugan y a Juan Bolívar Díaz Santana, santiguarse y confesar que jamás ellos compartirían esa sublevación en contra del santo y omnímodo poder de sus amos capitalistas y monopolistas. ¡Eso jamás!, habrían dicho.

¡Oh! ¿y no es ese Cuchito Alvarez Dugan quien ha acuñado las peyorativas y pintorescas expresiones, tan simpáticas, por cierto, de Jodesur, Jodenorte y Jodeeste, para referirse a las tres distribuidoras que no se cansan de esquilmar, estafar y atropellar y exactamente joder y joder la paz y la vida de los dominicanos? Pero como son de sus santos patronos, sólo gritemos y lamentémonos, dirían ellos, que eso nos ayudará a encontrar el camino del señor y del paraíso, de acuerdo con el Santo Padre opusdeisiano Escrivá de Balaguer.

¡Ah! Pero nada de dejar la penitencia del arrodillamiento infame, y mucho menos atreverse a pararse en dos patas para recuperar lo que nos pertenece!

Pero en Juan Bolívar Díaz Santana, que es otro lacayo y sumiso siervo de la gleba de Pepín Corripio, la cosa llega a adquirir contornos realmente escandalosos y hasta vergonzosos, pues este sujeto llega al colmo de cuestionar la soberana potestad del Senado de la República para asumir todo tipo de iniciativa que, de acuerdo con su libérrima convicción, entienda procedente. Es que, en realidad, en este mercenario venal de la prensa amarilla, lo de la sociedad civil, que de hecho tergiversa y falsifica como todo un buen agente católico opusdeista, es un pretexto para estafar, o bien más que un puro pretexto, una coartada para socavar la soberana voluntad del pueblo, el país y de sus instituciones estatales libre de la tutela del dogma religioso y de la infame cruz.

 

Volver a la Página Principal