Seguiremos denunciando a los llamados dirigentes sindicales de las llamadas centrales sindicales

Atajo de vendeobreros, tránsfugas y agentes mercenarios de los capitalistas explotadores

 

Hay un aspecto de gran significación para el pueblo trabajador que sufre, que trabaja y que está forzado, quiéralo o no, a tener que luchar.

Se trata de los llamados sindicalistas y su papel a favor del capital bancario, de los capitalistas, el capital financiero internacional y en contra de los intereses de los trabajadores en el asunto de la mal llamada Ley de Seguridad Social.

Desde finales de la década del ’60 y hasta la fecha actual, hemos venido denunciando que los llamados dirigentes sindicales, sobre todo los de las llamadas centrales sindicales, son ni más ni menos que un atajo de vendeobreros, tránsfugas y agentes mercenarios de los capitalistas explotadores.

Se trata de una lista interminable, que siempre han estado vendidos a los enemigos de los trabajadores, que ya viejos pretenden asumir una pose de falsa e hipócrita honorabilidad, que nunca han tenido y que jamás ha pasado por su mente.

Los Julio de Peña Valdez (fallecido), los Junior López, que anda por ahí, en las suyas, los Mariano Negrón, los Pocholo Sánchez Soriano, las Nélsida Marmolejos, los Pérez Cepeda, Francisco Santos, Pede Abreu, Sigredo Cabral, los Rafael Santos, los Douglas Hasbun, Gabriel del Río, etc., etc., etc., forman parte de esa fauna interminable que han sido base social y protagonistas de primera línea del vendeobrerismo en el país, y que en el propiciamiento de entregarle el fruto de los trabajadores a través de la Ley de Seguridad Social a sus amos capitalistas, prosiguieron desempeñando su despreciable papel de judas y traidores de siete suelas.

Son muchos, y no será difícil nombrarlos a cada uno. Pero como esto encierra un gran valor en la lucha por la creación de conciencia de clase para los trabajadores, nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) los irá recordando poco a poco, y denunciándolos a la opinión pública para que todo el que los pueda conocer sepa de sus deleznables hazañas y jamás queden impunes.

 

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