Qué la población no se confunda Una cosa es oposición “quítate tú para ponerme yo” y
otra oposición popular en todo el frente y hasta el fondo
Cada día oímos que publicistas y comentaristas emiten puntos de vista
desde lo que entienden como su óptica de oposición. Pero, a nuestro modo
de ver las cosas, aunque hay muchos tipos de oposicionistas, éstos se
pueden reducir básicamente, a la oposición que expresa un quítate tú
para ponerme yo, o sea, que está dentro del marco del mismo grupo político,
digamos que perredeísta, hoy en el Poder, o si no que pertenecen al PLD,
como es el caso de Martínez Pozo o bien al Partido Reformista Social
Cristiano (PRSC), como sería el caso de un tal Marcos Martínez en
Santiago, que son indudablemente del mismo carácter o peor del quítate tú
pá’ ponerme yo. Los otros oposicionistas son los que, como nosotros, vamos a la raíz
social, económica y política del actual régimen, y abogamos por una
oposición popular en todo el frente y hasta el fondo. Esto obliga a que con la finalidad de que la población no se confunda sin
quererlo, se tenga el deber de no dejar de enjuiciar los puntos de vista
que sustentan representativos de ese aquelarre, esto es, abigarramiento de
tonalidades, colores y matices de esa oposición en general. Por ejemplo, con respecto a los dos activos y rebeldes comentaristas, Lic.
Rafael Flores Estrella, al que dicho sea de paso, le reconocemos
cualidades ciudadanas incuestionables, y a su compañero, el Dr. Tomás
Castro, del programa diario de televisión “Los Hechos y su Historia”,
no podemos dejar de expresar nuestra crítica a puntos de vista propios de
ellos y los que expresan, con todo su derecho, y en pleno ejercicio de la
libertad de pensamiento. Lo que también es recíproco para nosotros. No compartimos, por ejemplo, su forma ni el contenido con que tratan, por lo
menos Tomás Castro, de defender a ultranza al rufián lumpen y desclasado
llamado José Francisco Peña Gómez en su condición de agente de la CIA,
del Departamento de Estado, del SIM de Trujillo y de las peores fuerzas
contrarrevolucionarias del mundo. No compartimos que traten a Vicente Sánchez Baret, el hombre que lanzó la
granada dentro de una multitud en la Junta Central Electoral, llamándolo
serio, honesto, honrado, progresista y demás, haciendo caso omiso de que,
al igual que Peña Gómez, se hicieron presentes en el PRD gracias a la
desgraciada consigna de borrón y cuenta nueva del traidor Bosch, de Mon
el loco Castillo, de Miolán y Nicolás Silfa. Ya daremos lectura próximamente
a la carta que el 13 de julio del año 1961 Sánchez Baret le remitiera al
general Ramfis Trujillo, exhortándolo para que sin piedad matara a los héroes
del tiranicidio. Que Juan Hubieres, rufián, mercenario, vendeobrero, traficante con la lucha
de los oprimidos es honrado y serio, no se lo meten ustedes a nadie, ni
siquiera usando un tarro de grasa gruesa para eje de carreta o engranajes
para máquinas pesadas. Que el PRD, el Partido Reformista Social Cristiano y el PLD son partidos del
pueblo cuyas direcciones correspondientes los han secuestrado, eso no se
lo traga nadie ni con un furgón de avena mezclado con miel de purga. Esos son partidos antipopulares y antinacionales con direcciones todavía más
antipopulares, cuya labor no es otra que envilecer y volver un amasijo de
canallas e infames al pueblo. Estos son, por el momento, apreciaciones de
las que rechazamos de los puntos de vista de esos dos comentaristas de la
oposición perredeísta. Y otros puntos de vista que no compartimos y que rechazamos son sus
consideraciones falaces de santo padre al Papa, que sin excepción,
incluido Albino Luciani (Juan Pablo I) son un atajo de capos de la peor
calaña del cartel del opio a nivel del mundo entero. Otro tanto respecto
al Cardenal. Y en este punto queremos cerrarle citándole el último verso
del Infierno de Dante: “¡Ah!, Constantino, cuánta miseria has causado, no por hacerte
cristiano, sino por la dote que el primer Papa rico aceptó que le
entregaras. Se refiere a la colosal fortuna que el Emperador del Estado policial Constantino I, le donara a Silvestre I. Si quieren datos les recomendamos: a) “En nombre de dios”, de David Yallop y b) “El gran combate por el tesoro de San Pietro” de Alvaro Baeza, de menos confiabilidad. Gracias. Nos vemos.
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