Libertad Pepe Goico síntoma inequívoco falacia independencia Poder Judicial Rafael Hipólito Mejía es fuente, protector y auspiciador corrupción generalizada Estado como de impunidad imperante
La libertad de Pepe Goico es un síntoma inequívoco de la falacia sobre la independencia Poder Judicial en nuestro país. No cabe duda de que todo fue una imposición burda desde las oficinas presidenciales de Rafael Hipólito Mejía al Poder Judicial. Rafael Hipólito Mejía es personalmente la fuente, el protector y auspiciador tanto de al corrupción generalizada en el Estado como de la impunidad que impera con su anuencia y apoyo. Miembros de su sagrada familia son los protagonistas directos de turbios movimientos económicos sospechosos evidentemente de corrupción. Así llamamos a que se investigue, sin pérdida de tiempo, las Villas de su cuñado y secretario de la Presidencia, Sergio Grullón, esposo de su distinguidísima y muy parecida a él (es decir, a Rafael Hipólito Mejía) su hermanísima. Esas villas se construyen a la altura del kilómetro 40 de la Autopista Duarte y todas esas calles, contenes y sistema pluvial, los hace con sus propios fondos la Secretaría de Obras Públicas y con préstamos que cubre el gobierno de la República Dominicana. La renuncia del onagro del Derecho, Virgilio Bello Rosa, como Procurador General de la República no fue por el odioso boche a lo capataz que le diera Rafael Hipólito Mejía, sino por las presiones de éste para que Virgilio Bello Rosa se enlodara, aún más de lo que estaba hasta la coronilla, con la libertad e impunidad de Pepe Goico. Rafael Hipólito Mejía dio la orden al Fiscal del Distrito de que lo pusiera en libertad y Virgilio Bello Rosa entonces, en un gesto excepcional de dignidad, se le opuso y favoreció que fuera traducido a la Justicia como un hecho criminal y sin fianza.
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