Es cada vez más claro y palpable para la gente

El neoliberalismo representa vuelta al viejo colonialismo

Nada ha podido detener tanto el alza de la prima del dólar, que para la tercera semana de noviembre ha llegado al 21 x 1, como la acentuada devaluación del peso y, en consecuencia, la abrupta y sensible caída del poder adquisitivo del peso dominicano, que de paso significa mayores miseria y pobreza para las clases trabajadoras dominicanas, en particular, la clase obrera.

Es cada vez más claro y palpable para la gente que el neoliberalismo representa la vuelta completa al viejo colonialismo, con la formal desaparición del papel de la autodeterminación y eliminación de la libre autodeterminación de los pueblos, con lo que, de hecho, se hunde la nación.

Rafael Hipólito Mejía, en su condición de agente directo de los intereses colonialistas de FENOSA, Edesur, Edenorte y la AES, es peor en su entreguismo que Pedro Santana, y su política económica encarna una anexión más humillante que la propugnada por los anexionistas, por lo que la respuesta del pueblo dominicano hoy debe ser más enérgica y contundente que los restauradores y la Guerra de la Restauración.

Se trata de que FENOSA y sus tentáculos Edesur y Edenorte, propician una sangría de dólares para la economía dominicana que supera en gran medida la capacidad generadora de dólares de dicha economía.

Si antes eran los grupos petroleros y de inversionistas los que propugnaban por la extracción o sangría de dólares, ahora con la privatización y la eliminación de los controles estatales que regulaban esa sangría, si les sumamos a los grupos de petroleros, más los de los otros inversionistas en general, y en particular los de las distribuidoras y productoras privadas de energía eléctrica, el asunto arroja un saldo sencillamente devastador de la nación dominicana, así como de las mismas posibilidades de supervivencia del pueblo dominicano.

 

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