Los muy cristianos y catoliquísimos buitres que se alimentan de carroña

 

Los que, como buitres que se alimentan de carroña, y a quienes no les importa ni les duele que se trate de seres humanos, como muy cristianos y catoliquísimos que son, se niegan a aceptar y a reconocer que ya se han privatizado los llamados hospitales públicos. Tampoco se atreven a tener el valor de decir que la salud es un negocio tan carente de escrúpulos como el renglón más bajo y más sucio de una actividad tan degradante, por ejemplo, como la trata de blancas, el comercio de esclavos, o si no, el negocio abominable de la pedofilia, que entendemos están dentro de las actividades más aborrecibles.

 

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