Autoridades gubernamentales actúan frente caso gaseoducto en forma antidemocrática y puro corte bonapartista

 ¿Es que se confirma que estamos en el inicio real de la dictadura neotrujillista, pepehachista y perredeísta?

 

Son varias las lecciones que ofrece el famoso gaseoducto de Andrés hasta las plantas de Los Mina, entre ellas habría que destacar el absoluto desprecio por parte del gobierno de Rafael Hipólito Mejía-PRD por las vidas humanas de los ciudadanos dominicanos que viven en todo el trayecto por el que pasa el dichoso gaseoducto de marras, así como las de las zonas aledañas a su trayecto, que abarca más de 30 Km. de largo; la forma antidemocrática y de puro corte bonapartista con que actúan las autoridades gubernamentales, incluidas de manera muy especial las de la Secretaría de Medio Ambiente, que encabeza ese funesto personaje de movimientos serpentinos, llamado De Moya Pons, que autorizaron la instalación de dicho gaseoducto, sin importarles la opinión ni la suerte de la ciudadanía, primando en dicho funcionario el lacayismo genuflexo e indolente ante los monopolios extranjeros, y ¿quién duda que haya de por medio unos millones sucios?; con este caso del gaseoducto se pone una vez más de manifiesto que la voluntad de la gente no cuenta para nada en absoluto; y, por último, habría que destacar que el gobierno de Rafael Hipólito Mejía actúa como la fuente principal del autoritarismo al servicio de los monopolios, invalidando las facultades propias al Ayuntamiento que, habiendo dispuesto por Resolución de su Sala Capitular, la suspensión de ese funesto gaseoducto, ha recibido como respuesta el envío de contingentes policíaco-militares para garantizar el desconocimiento de la decisión del Ayuntamiento.

Por último, este caso ha permitido escuchar a un energúmeno policial de apellido Manzueta, general Manzueta, declarar que ese gaseoducto no lo para nadie y que el mismo representa una obra de interés nacional, sin que hasta el momento se conozca el Decreto Presidencial o la Ley del Congreso que disponga tal carácter para el funesto gaseoducto de obra de interés nacional.

Y tampoco sabíamos que la Jefatura policial, o un general de su Plana Mayor, tuviese la facultad de emitir decretos y leyes de tal envergadura, como el de darle a tal o cual obra de los monopolios carácter de interés nacional, esto es, de vida o muerte para el país. ¿O es que se confirma que estamos en el inicio real de la dictadura neotrujillista pepehachista y perredeísta? Parece que el comunicado de Sánchez Baret recordando su famosa carta dando cuenta de que estuvo cinco días sin dormir para capturar y asesinar a quienes dieron muerte al dictador Trujillo, tiene profundas raíces vivas, y que éstas de nuevo están reverdeciendo.

 

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