De George
W. Bush a Nicolás
Hildelbrando Borgia López Rodríguez
No
cabe duda de ninguna índole, las palabras de George W. Bush para
justificar sus acciones criminales contra los pueblos, en este caso contra
Irak, corresponden con toda exactitud a las pronunciadas primero por el
cardenal Nicolás Hildelbrando Borgia López Rodríguez el 1ro. de enero
donde exigía reconocer que todos los gobiernos explotadores tenían carácter
divino ya que eran fruto de la voluntad de dios. Y
segundo, a lo que afirmó el hipócrita obispo De la Rosa Carpio al
recibir un soborno de 2.5 millones de pesos de Rafael Hipólito Mejía más
una yipeta de 1.5 millones de pesos. ¿A
quién sirve la Iglesia Católica y la religión si no a los explotadores,
tanto para justificar los crímenes que perpetran como para mantener
paralizadas y endrogadas a las masas de manera que no se atrevan a luchar? ¿No
corrobora y comprueba todo esto que, efectivamente, la religión es una
droga, es opio, difundida por los carteles llamados iglesias? ¿Qué son los curas, obispos, cardenales, presbíteros, pastores y demás, sino mulas para la difusión paralizante de ese opio llamado religión dentro de las masas del pueblo?
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