Costo mínimo canasta familiar $8,000 Brecha separa salario mínimo del costo mínimo canasta familiar se ensancha y profundiza más y más
La
escalada del alza de los precios de los artículos de la canasta familiar
es cada día más y más elevada. Y
no sólo en lo que concierne a alimentos como pan, leche, carne, huevos,
arroz, aceite y otros, sino los del gas para la cocina, la factura de
energía eléctrica que acaba de ser aumentada otra vez en un 12%, si no
también lo de la renta de alquiler de vivienda, así como los gastos de
medicinas. La
brecha que separa el salario mínimo del costo mínimo de la canasta
familiar se ensancha y profundiza más y más a cada momento. Un salario mínimo
que llega a RD$2,400.00 y una canasta mínima de familia de pasahambre que
se enrumba, según cálculos conservadores, hacia los 15 mil pesos. Al
comparar ambos factores, arrojan un saldo de una situación sencillamente
trágica para los componentes de esa familia. Supongamos
que de esa familia trabajan tanto el hombre como la mujer, y que ambos
suman RD$8,000.00 al mes, el déficit que se acumula cada mes va de 4 mil
a 7 mil pesos. Y la pregunta que de ahí se desprende es: ¿hasta cuándo
se podría resistir ese cúmulo de deudas? Pero
si lo traducimos en términos no de deuda, sino de apretarse el cinturón
y restringirse al máximo la satisfacción de las necesidades obligatorias
comiendo a veces y la mayoría de veces no, lo mismo con la cena y el
desayuno, en fin, subalimentándose en un 20% de lo que corresponde, ¿hasta
cuándo aguanta ese organismo vivo antes de morir? El
sueño más obsesivo de todo dominicano es llegar a tener una casa propia.
Fruto de que la diferenciación de clases todavía en la sociedad
dominicana no acaba de concluir, y como los vínculos con la pequeña
propiedad son fuertes y, en consecuencia, las ideas, gustos y costumbres
que esta situación económico-social trae aparejada tienen predominio en
todos los ambientes, ese sueño no acaba de desaparecer. Pero
ni ese sueño escapa a las embestidas despiadadas de las leyes del
mercado, y los artículos de construcción se han hasta duplicado sus
precios en muchos casos, en otros el alza alcanza hasta a más del 35% en
relación a tres meses atrás, y hasta un 80% si se le compara con los
precios de esos mismos artículos hace 8 ó 9 meses antes. El
alza en los combustibles y en el gas de cocina es un asunto casi
cotidiano. Pero
ya está llegando a un punto en que es sencillamente obligada un alza en
los precios del transporte, lo que de hecho conllevará a una acentuación
sensible en las ya abundantes dificultades económicas que está
enfrentando la población. Hay imperando un proceso de devaluación del peso dominicano. Y aunque el gobierno de Rafal Hipólito Mejía ha hecho aguajes de que va a impedir que siga subiendo, hasta el momento no lo ha logrado, obteniendo sólo una parcial paralización de las actividades del sector cambiario.
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