Rumbo a Haití con escala en la Argentina ¿Qué más se necesita?
La
verdad es que el flamante equipo económico de su excelencia presidencial
de su Poder Ejecutivo, Rafael Hipólito Mejía, no pega una, y cada vez
que trata de corregir un disparate propicia otro disparate mayor. Es
exactamente lo que hemos afirmado: el gobierno de Rafael Hipólito Mejía
ha metido los dos pies en el mismo zapato. Las
anunciadas medidas que ha oficializado la Junta Monetaria han encontrado
la oposición en todos los círculos y esferas de actividad no sólo
dentro del pueblo llano que será, que a nadie le quepa la menor duda, el
gran perjudicado y el primer doliente, sino dentro de los mismos círculos
de los capitalistas y hasta dentro de las esferas propiamente parasitarias
de éstos, que son los de los bancos. Subiendo
el porcentaje de 10% al 15% del encaje legal de los bancos comerciales que
debe ser depositado en el Banco Central, así como de 15% a 20% por parte
de las asociaciones de ahorros y préstamos, no hay que hacer mucho
esfuerzo para darse cuenta de que los bancos y las asociaciones tendrán
menos dinero líquido en sus manos. Con
el hecho de que el Banco Central emita una cantidad nueva de certificados
que ganarán un alto porcentaje, mayor que el que hasta ahora pagan los
bancos a los depositantes a plazo fijo, se crea teóricamente la
posibilidad de que esos depositantes saquen sus cuartos y traten de
comprar certificados que les producirán mayores dividendos; decimos que
esto es sólo en forma teórica, ya que según lo dispuesto, sólo los
bancos podrán hacerse de los certificados, y esto ese entonces otro nuevo
privilegio que le concede Rafael Hipólito Mejía y su equipo económico
al gracioso sector de los banqueros, al que ese gran estadista de nuevo cuño
ha galardonado con el flamante título de columna vertebral de la
democracia, lo cual sería una tremenda perogrullada, a menos que el autor
de esa desdichada expresión no confunda mafia con democracia. Lo
cierto es que ahora se restringirá más el circulante, y no debe
olvidarse que los inorgánicos que acarrean consigo los 1,300 millones de
pesos en bonitos soberanos a lo interno, parece que efectivamente
contribuyeron al alza del dólar y a una mayor devaluación del peso
dominicano. Rafael
Hipólito Mejía no cabe la menor duda que es el piloto número 1 de esta
alocada regata libre de trasatlántico nacional que va rumbo a Haití con
escala en la República de Argentina. Sólo
falta saber ¿qué más se necesita?, que nos lo digan el genial Rafael
Hipólito Mejía y sus PPgatos.
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