El caso patético de
la privatización de los peajes en las carreteras públicas
Cuando
el gobierno y su Presidente vieron lo inevitable de la jornada de lucha
del pueblo en su contra, se precipitaron a desarrollar una feroz campaña
tanto de persecuciones como de amedrentamientos que prosigue aún, con
inequívocas amenazas represivas y de violación de los derechos, en
particular de la libertad de prensa y del derecho a la oposición política. A
la vez, ha acentuado su alocada aplicación de una errática política
económica que aumenta la entrega de los recursos nacionales a los
monopolios extranjeros, como se comprueba en la entrega, mediante un
regalo llamado concesión, de los peajes del país a una empresa del
capital negrero-Opus Dei-cristiano neoliberal español. Con
este nuevo desacierto el gobierno de Rafael Hipólito Mejía viene a
acentuar sus características antinacionales y entreguistas, pues se
trata, sin que nadie se engañe, de una evidente privatización de las vías
públicas del país. Parece
ser que el Presidente de la República está condenado a no recapacitar ni
a pensar. Pareciera como si no son lo suficientemente aleccionadoras las
negativas y contraproducentes privatizaciones, como las de la energía eléctrica,
la recogida de basura y la privatización de hecho ya de los hospitales públicos. El país comprueba una vez más que se trata de un gobierno y de un partido, es decir, del PRD-PPgatos que son incapaces de corregir sus errores, y que se han aventurado a lanzar una nueva escalada privatizadora, tanto de la Zona Colonial, que se está por entregar a un consorcio del cardenal católico Nicolás Hildelbrando Borgia López Rodríguez, como ahora el de la privatización de las vías públicas con el caso patético de la privatización de los peajes en las carreteras públicas.
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