Anuncio repostulación Rafael Hipólito Mejía multiplica por diez el repudio a su persona y a su malvado gobierno

 

Rafael Hipólito Mejía, al proclamar su repostulación, creyó en cuentos de caminos, y lo primero que se ha encontrado es que con el anuncio de que va por la reelección, el repudio a él en persona y a su malvado gobierno, lacayo y anti-popular, por parte de la ciudadanía, se han multiplicado por diez, por veinte o por treinta y definitivamente crece como espuma y no hay que dudar que termine en verdaderas oleadas populares de rechazo intransigente a la reelección del anti-popular hasta más no poder Rafael Hipólito Mejía y su malvado gobierno.

La condición de mentiroso habitual de éste y su misión servil y lacaya ante los monopolios y George W. Bush, su entrega a la corrupción, su forma truculenta con quienes no les son sumisos y actúan profesionalmente, así como su indolencia para como el pueblo dominicano, al que para justificar sobre él los abusos, estafas y atropellos de las distribuidoras de electricidad ha proclamado que, “al pueblo dominicano no le gusta pagar”, etc., todo esto le ha sido recompensado a Rafael Hipólito Mejía dándole en la encuesta de hace una semana que él mismo pagó para que fuera realizada, apenas un 12% del electorado.

Fue a partir de ahí que ocurre lo de la ejecución del joven en Navarrete, y se acentúa que el general Díaz Morfa de la Guardia Presidencial, junto a Zorrilla Ozuna, también del Ejército Nacional, hayan estado desaforadamente promoviendo el reeleccionismo por medio de la intimidación y tratando de involucrar las tropas en esas peligrosísimas actividades continuistas y reeleccionistas.

Díaz Morfa y Zorrilla Osuna es el dúo clave con que cuenta Rafael Hipólito Mejía para sus desafueros reeleccionistas dentro del Ejército Nacional.

Díaz Morfa era el general que estaba escondido detrás de Pepe Goico en el lío de la envasadora de gas ilegal en Santiago; carente de brillo, sólo se mueve por interés y ambición, en tanto que Zorrilla Ozuna se jacta y gusta de que lo llamen el Ranger, y sólo por politiquería y servilismo ha logrado ascender al puesto que ahora mismo ostenta.

 

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