Vano empeño de los imperialistas agresores norteamericanos e ingleses en su guerra genocida contra Irak

 

El empeño principal del imperialismo norteamericano y su socio inglés, en esta fase de su genocida acción terrorista de carácter expoliador en de la nación de Irak y su pueblo y a la vez que se desarrolla pisoteando la autodeterminación y la libre determinación tanto del pueblo como de la nación iraquíes, dicho empeño radica en querer dar a entender que con la desarticulación del gobierno iraquí de Saddam Hussein quedaría confirmada la validez de su devastadora guerra de agresión, llevada a cabo pisoteando todo el derecho internacional y con lo que se demuestra que sigue en plena vigencia la insoluble contradicción antagónica de imperialismo capitalista, encabezado por los EUA, de un lado, y los pueblos y países subyugados del otro lado.

Vano empeño de los imperialistas agresores norteamericanos e ingleses encabezados por el nefasto dúo de émulos de la criminalidad hitleriana Gorge Bush y Tony Blair. De antemano ese empeño de éstos está condenado al mas rotundo fracaso. Irónicamente, ni el derrocamiento, ni la desarticulación y hasta ni la misma muerte de los líderes del gobierno iraquí de Saddam Hussein constituye, ni constituirá jamás la justificación de la agresión de típico corte imperialista terrorista y criminal de los Estados Unidos e Inglaterra contra el país Irak y el pueblo iraquí.

Todo lo contrario. La desarticulación, en derrocamiento o la misma muerte de Saddam Hussein sólo vendrían a confirmar que, efectivamente, Estados Unidos e Inglaterra son dos potencias imperialistas agresoras, que han transgredido y pisoteado todas y cada una de las normas internacionales de convivencia pacifica y civilizada basadas en la soberanía nacional y la libre determinación de los pueblos.

Tamaño embrollo han creado esos dos países imperialistas, agresores, criminales, genocidas que han reimplantado la época de los corsarios, de los piratas y filibusteros en el ámbito de la arena internacional.

Pero, si está claro el carácter agresivo y saqueador de los Estados Unidos e Inglaterra, en su acción terrorista contra Irak, aún es mayor la comprobación de que en el orden económico, tanto Estados Unidos como Inglaterra tienen como única finalidad el apropiarse, como aves de rapiña para beneficio propio, de las riquezas petroleras de Irak, marcando su acción el nuevo punto de partida para seguir perpetuando este tipo de acciones agresivas e intervencionistas contra los países del Medio Oriente ricos en yacimientos petrolíferos.

Dentro de esta estrategia de búsqueda imperial de la materia prima que es el petróleo, Irak vendría siendo el tercer capítulo de la historia reciente de uso por parte de los Estados Unidos e Inglaterra y todo el campo imperio capitalista de guerras genocidas contra países y pueblos prácticamente indefensos, que sólo han dado muestras de querer ser efectivamente dueños de su propio destino y poder decidir soberana y libremente lo que más les conviene. El primer capítulo fue Afganistán el segundo el genocidio de Estados Unidos y la OTAN contra Los Balcanes e Irak el tercero. Ahora restan los capítulos de Arabia Saudí, Siria, Irán, Libia y así sucesivamente, y que nadie al preste engaños.

Los alegatos del carácter dictatorial del régimen de Saddam Hussein o el de las llamadas armas de destrucción masiva, lo mismo que el atribuirse fines humanitarios, altruistas y libertarios de parte de George Bush y Blair, resultan no sólo risibles y ridículos, puesto que son dos Hitler modernos, sino sobre todo quedan como burdas coartadas de gángsteres inescrupulosos y desalmados de la más alta criminalidad, superior tal vez al mismo Hitler y al mismo Mussolini.

Definitivamente, no han aparecido ni las armas de destrucción masiva, ni las armas químicas ni siquiera los muy sofisticados armamentos de guerra convencionales que, buscando darle más validez a su acción genocida, propalaban falsamente tanto Bush como Blair que poseía Irak.

Si algo está claro al día de hoy es que Estados Unidos e Inglaterra son dos criminales de guerra y de lesa humanidad, enemigos jurados de todo principio o de libertad y democracia, así como de respeto a las soberanías nacionales de los países y a la autodeterminación de los pueblos.

 

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