MARGARITA CORDERO Mostrando sumisión a sus múltiples amos
La ninfa Margarita Cordero se nos muestra cada vez con menos pudor en toda su falta de integridad, vista a la luz del buen derecho, que a su vez sería expresión sintetizada de la moral social. Margarita Cordero ha venido a evacuar otra desacertada elucubración en torno a la búsqueda de la coacción y persecución de la libertad de prensa y de expresión y difusión del pensamiento, la que confiesa que solo afecta para que sea ejercida, tal y como ella la usa, que es para servir de ejercicio de su adyecta sumisión servil al amo o a los amos que le pagan, esto así puesto que ella en forma inmoral, cobra, contrariando y picoteando la ley de INDOTEL, tanto en la plantilla de Corripio de los Pellerano como en la de la administración gubernamental. Y ¿quien se atrevería a asegurar que no lo hace también en el DNI? Si bien de este último organismo se hace casi imposible probarlo, de lo de estar en la planilla de Corripio eso nos consta, puesto que tenemos el comprobante de la Secretaria de Trabajo y lo de Indotel, no hace falta siendo un cargo publico en ese organismo ocupa la subdirección y no precisamente por su capacidad y eficiencia de las que, dicho en nuestro peculiar lenguaje, es nada menos que huérfana. Pone como ejemplo del buen ejercicio de la libertad de prensa en el uso de las ondas hertzianas, o sea de la radio, lo del archi-traidor y archi-oportunista Juan Bosch Gabiño. Y claro, nosotros somos exactamente lo contrario de su Ariel, cambiante, vacilante, traidor y mercenario. Nosotros somos como Calibán, el monstruo insoportable de los procedimientos inmundos y soeces que ofenden las buenas formas de los corruptos que aspiran a disfrutar a piernas sueltas sus riquezas y bienes mal habidos… Sí, ninfa, mal habidos. Recordemos el cuento de aquella muchacha que, como María Gargajo, lavaba los huevos y escupía el aceite para ver si estaba lo suficiente caliente para aquellos ser fritos, iba presurosa donde Zaglul para tratarse de la “depresión” y luego salir recuperada del tratamiento y dedicarse a hablar de los valores morales según José Ingenieros. Hasta que un día, Zaglul llamara al novio de la misma y le dijera; mira, dile a tu novia que ya yo estoy muy viejo para esos jueguitos, que ya no puedo seguir montando ese tipo de potranca, pues mi mujer, que es muy joven, me va a votar o a pegar los cuernos, que se acabó el tratamiento de su “depresión”. Y esto lo decimos puesto que la ninfa Margarita Cordero, que habla de mal uso de las ondas hertzianas como medio de ejercicios de la libertad de prensa, quiere ocultar que quien ofende a la opinión pública y quien usa desaprensivamente la radio, la televisión y la prensa escrita pisoteando el dicto ejercicio de la libertad de prensa, es su jefe en el gobierno que se llama Rafael Hipólito Mejía, así como los que debiendo informar al pueblo lo desinforman, los que debiendo promover que la población conozca cómo se manejan las instituciones públicas tipo, por ejemplo INDOTEL, se dedican a repartir sobornos dentro de los periodistas para que guarden silencio en torno al mal manejo que se ha denunciado, allí, en INDOTEL impera, y donde la ninfa en permanente subversión se subleva contra el derecho y la moral social como reflejo de una viejísima practica personal, hace curiosamente de sub-directora al tiempo que asalariada de Pepín Corripio. Pero algo hemos de reconocerle de honrado a la ninfa y es, primero que por lo menos es leal y fiel a su mercenarismo para con Peña Gómez, de quien hemos subrayado su condición de agente norteamericano de la CIA, del Departamento de Estado, del FBI, de la AID, etc. y segundo que nos contrapone al uso que el traidor Juan Bosch hiciera de la radio desde el 61 hasta el 73 para fomentar disparates y aberraciones en contra del país y el pueblo. No cabe duda de que estamos en el uso correcto no sólo de la radio sino del lenguaje, del que certeramente Marx y Engels expresaran: “es la expresión práctica de la conciencia social”. Para nosotros, el pueblo trabajador es la nación, y su núcleo es la clase obrera, o sea el proletariado, y no disparates como el de hijo del Machepa. El capitalista es el burgués explotador o el terrateniente y no el tutumpote que es una expresión vacua y no es ninguna categoría ni concepto socioeconómico alguno. Para nosotros, el traidor es un renegado, y sus raíces son económicas, políticas, sociales e históricas. No nos gustan, los combatimos, y enseñamos al pueblo a identificarlos y a odiarlos como sus enemigos de clase.
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