Los capitalistas se enriquecen a costa de la salud del pueblo con el concurso de autoridades Salud Pública y mercenarios sindicalistas de toda laya

 

Los capitalistas, a los que se les regalo la cuestión de la salud pública, para que la usaran como una mina de enriquecimiento ilimitada, a costa de las enfermedades del pueblo, tal como se tenia que pensar, reclaman la eliminación de toda presencia estatal en el área de los manejos de la salud pública y reclaman la rápida e inaplazable desaparición del Instituto Dominicano de Seguro Sociales y de sus hospitales, para que pasen a sus negocios de los círculos de los explotadores y opresores capitalistas.

He aquí que los lúmpenes sindicalistas encabezados por los más lúmpenes y mercenarios sindicalistas como el tal Pocholo Sánchez Soriano del partido contra el trabajo del espía Chaljub Mejía y del oportunista Manuel Salazar, la peledeísta y socialcristiana Nélsida Marmolejos, el emepedeísta-CGT, grupo santos, Pepe Abreu, los agentes directos de la embajada yanqui Mariano Negrón, Pérez Cepeda y Gabriel del Río, de la CASC, en realidad se han vendido una vez más, saliendo ahora, en toda su dimensión y consecuencia a la luz publica, que estos sujetos siempre han sido agentes de los explotadores y opresores del pueblo, que ellos son solo una partida de vende pueblos de vende patria y de vende obreros que, guarecidos en el oportunismo del lumpen y de los desclasados, han hecho un terrible daño al movimiento popular que reclama la emancipación social y la liberación nacional.

Esos grupos pactaron y vendieron la salud pública a los monopolios extranjeros y a los capitalistas criollos. Lo hicieron en forma artera e inescrupulosa. Y esa su naturaleza anti-obrera y contraria a los trabajadores y al socialismo, los que los hizo describir durante su malvada existencia una trayectoria imborrable de acérrimos enemigos de nuestro partido, el Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO).

Así, lo del reclamo de los capitalistas de “no” al pago del Instituto Dominicano de Seguro Sociales, que corresponde con su disposición de asaltar y robarse, amparados de una supuesta legalidad que les otorga el artículo 165 de la mal llamada ley de seguridad social, de todos los hospitales públicos incluidos el del Instituto Dominicano de Seguros Sociales. Los de los lúmpenes sindicales, incluidos los de la AMD, los de Chaín, Gonzalito y demás, es que, como los gatos quieren tapar su “caca” con tierra, para que no les identifiquen ni les sigan las huellas.

Cuando firmaron el proyecto de la mal llamada ley de seguridad social, todos esos lúmpenes sindicales y amasijos de traidores, estaban concientes del crimen que cometían contra el país y el pueblo.

 

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