EN EL DIA DE LA CONSTITUCION Constitución del 6 de Noviembre de 1844 expresó claramente que la independencia proclamada el 27 de Febrero no fue una simple separación de Haití sino el alumbramiento de la República Dominicana
El día 6 es el día de la Constitución puesto que
fue un 6 de noviembre del año 1844 que en la ciudad de San Cristóbal se
firmó la primera Constitución de la República, consumando así la
formación de la República Dominicana como una nación libre e
independiente. La Constitución del 6 de noviembre del año 1844
vino a despejar toda duda o medias tintas respecto a si lo del 27 de
febrero del 1844 fue una simple separación del yugo haitiano o si en
verdad fue una formal declaración de la independencia y alumbramiento a
la vida de la República Dominicana. Si juzgamos toda institución, acto y acción por su
función histórico-social, no cabe duda de que las fuerzas que trataron
de mediatizar y congelar como un simple acto separatista lo del 27 de
Febrero que se simboliza con lo de “El Trabucazo de Mella”, fracasaron
y, en efecto, visto y juzgado por su consecuencia y función histórico-social,
que fue el alumbramiento de la primera Constitución como nación para la
República Dominicana, es indudable entonces, que lo del 27 de Febrero fue
la declaración de la independencia nacional y no un simple acto
separatista, como intermedio, puente o receso para buscar un nuevo amo
recolonizador. Quienes insisten en circunscribir lo del 27 de
Febrero a una simple declaración separatista, con su intento sólo ponen
de manifiesto su estrechez de mira prohijado por una mentalidad escolástica
y metafísica, además de anti-dialéctica, que esconde el espíritu
lacayo y amante del coloniaje de sus sustentadores, no importa el disfraz
con que quieran encubrirse. Esto por un lado, puesto que del otro lado de
la moneda, está el marcado espíritu fatalista y pesimista que persiguen
abonar y difundir los que no cesan en su empeño en echar lodo sobre la
continuidad que a todas luces caracteriza la lucha, a todo lo largo y
ancho de la historia nacional, por la formación de la nacionalidad
dominicana, que cuaja en la nación, hoy de nuevo amenazada con ser
destruida por los recolonizadores y reanexionistas, representados por los
agentes neoliberales de CONEP, AIRD, ANJE y las otras organizaciones
patronales, que predominan en las direcciones de los tres corrup-PRD,
corrup-PRSC y corrup-PLD, así como se confirma en la condición de
agentes de los consorcios monopolistas recolonizadores, títeres, lacayos
de éstos e irresponsables ante la nación y el pueblo, de Rafael Hipólito
Mejía y Leonel Fernández y ni qué decir del payaso Eduardo Estrella. Los continuadores de los esfuerzos por la formación
y consolidación de la nación dominicana libre y soberana frente a los
designios colonialistas e imperialistas de toda potencia extranjera,
abogamos por un Estado moderno, basado en una Constitución moderna, donde
cada dominicano tenga garantizado el derecho inalienable y, por lo tanto,
sin que nadie tenga derecho a despojarlo de disfrutar, igual que los demás
dominicanos, de las riquezas y bienes nacionales. El día 6 de noviembre de este año debió ser
celebrado por todos los dominicanos como un día de máximo regocijo,
solemnidad y reflexión. Sin embargo, el 6 de noviembre del 2003 se
conmemoró como un día cualquiera, lo que no es más que una comprobación
del menosprecio e irrespeto de las autoridades de marcado carácter
antinacional, títere y lacayo de los poderes extranjeros, hacia los
esfuerzos por la formación de la nación que han llevado a cabo, generación
tras generación de dominicanos, quienes no han vacilado en abonar no sólo
con todo tipo de sacrificios, sino hasta con su sangre el árbol de la
causa nacional. Contrasta esta infame actitud de las autoridades del
Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y del Poder Judicial y sus
correspondientes órganos y en particular de las FF.AA.-P.N., con la forma
obsequiosa y hasta infame en que se muestran para declarar día de fiesta
nacional cualquier fecha en que la Iglesia Católica festeja una de sus
santísimas supercherías y su primitiva idolatría salvaje como el de Las
Mercedes, la Virgen de la Altagracia, Corpus Cristo, Jueves Santo,
Viernes, Sábado Santo y cuchumil disparates más. Y no sólo que se declara el día festivo, o sea de
fiesta, por tales supersticiosos motivos, sino que son hasta capaces de
llegar al colmo de cortar una semana mitad a mitad, con un día no
laborable un miércoles, un martes o un jueves. Esa superchería y
hechicería vulgar y barata es muestra fehaciente no sólo del
oscurantismo imperante, sino del carácter reaccionario y recalcitrante
opuesto a la modernización y a la elevación cultural y civilizada del país,
la nación y la sociedad dominicanos. Honremos pues, destacando todas estas lacras
predominantes que obstruyen la construcción de un país dotado de una
moderna y avanzada Constitución, como homenaje merecido a la fecha en que
se aprobó la primera Constitución de la nación dominicana y todo lo que
esto significa en la brega, que continuará hasta lograr la meta, por la
formación de un país para todos los dominicanos.
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