Rogelio
Cruz victima del servilismo vaticanista ante los monopolios
imperio-capitalistas La
alta jerarquía del catolicismo desde el Vaticano, S.A. hasta este recóndito
país, está en la picota de la opinión pública puesto que, sin tapujos
ni medias tintas, con el actual Papa, el polaco agente de la CIA, Wojtyla,
se han pasado definitivamente al lado de los monopolios
imperio-capitalistas en su plataforma recolonizadota y genocida, lo cual
queda patentemente reafirmado en el triste y doloroso caso del padre
Rogelio Cruz de la Parroquia del populoso barrio de Cristo Rey. Rogelio
Cruz ha sido víctima de una disposición vaticanista y del Episcopado
criollo, donde está presente directamente la sagrada familia de Rafael
Hipólito Mejía en la persona del obispo José Dolores Grullón, amen de
los otros obispos, donde parece que ni excepción hay, que lo saca (a
Rogelio Cruz) del país para ir a ser sepultado en vida en Roma, en cuyo
mundo sólo predomina el desbordamiento de la corrupción y la degradación
sexual bajo todas las formas. Rogelio
Cruz ha dicho recientemente que ya sus padres murieron, y que a él sólo
le queda el pueblo dominicano como su gran familia, y que él no lo
abandonará. Rogelio
Cruz es un cura con el que se puede estar o no de acuerdo en sus creencias
religiosas, e incluso en sus ideas políticas, pero en el que hay que
reconocer que posee la gran virtud de estar compenetrado con los sectores
marginales, con los que busca compartir las duras condiciones de vida que
tienen que enfrentar, y a quienes le resulta duro abandonar. Rogelio
Cruz tiene ante sí uno de esos cruciales momentos que a todo ser humano
se le presenta una sola vez y de manera definitiva en su vida. Para
Rogelio Cruz está la disyuntiva: postrarse ante las injustas y
complacientes disposiciones de las altas jerarquías católicas, cómplices
y beneficiarias de los verdugos de nuestros pueblos y países, y seguir
siendo sacerdote oficial, o tomar el camino de rebelarse y seguir su
sacerdocio por cuenta propia, como se han visto obligados a hacer tantos
curas individualmente considerados. Ese
asunto lo deberá decidir Rogelio Cruz, pues que a nadie le quepa duda, a
las altas jerarquías de la Iglesia Católica, S.A., les importa un carajo
lo que quieran y piensen los humildes creyentes de esa religión. Rogelio
Cruz está pues en el punto crítico al que todo ser humano, hombre o
mujer, debe enfrentarse y decidir por sí mismo en lo que está y quiere
estar.
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