Corrupción
gobierno Rafael Hipólito Mejía reafirmada en casos involucran a Ramón
Cabral, Hans Hertell y Ventura Asilis Ramón
Cabral es un dominicano cipayo que residió durante años en Miami y
Puerto Rico. Este
Ramón Cabral es socio de Ventura Asilis, otro dominicano, estando ambos
acusados de estafa, falsificación de documentos y mil cosas más, que
envuelven una suma que inicialmente se remonta a la friolera de 1.2
millones de dólares. La
sociedad se extiende y abarca, entre otros, al mismo Embajador de los
Estados Unidos en el país, al puertorriqueño Hans Hertell, y es esta
sociedad o C. x A., a la que Rafael Hipólito Mejía le otorgó la
construcción de la famosa línea férrea que uniría al puerto de Haina
con el Cibao. Ramón
Cabral es primo de Peggy Cabral que, usando como medio de cambio convirtiéndolo
en dinero contante y sonante la viudez de su ex-esposo, el fallecido
lumpen social y político José Francisco Peña Gómez, está haciendo su
gran negocio con las pretensiones de ser reelecto de Rafael Hipólito Mejía,
esto además de que desde el gabinete social, del que pusiera pies en
polvorosa por escándalos de corrupción por sumas multimillonarias, como
es por ejemplo el de los cupones de subsidio del gas que envuelve una
cantidad de más de 500 millones de pesos cuando la cotización era de 17
pesos por un dólar. El
caso no es nuevo, es viejo, y se recordará que Rafael Hipólito Mejía
concurrió al bautizo de “apaga y vámonos” en Puerto Rico del hijo de
Ramón Cabral, junto a Hans Hertell para sellar la sociedad. Por
reclamos de los Estados Unidos, Ramón Cabral fue hecho preso por
Interpol, pero Rafael Hipólito Mejía ordenó y dispuso que fuera puesto
en libertad y no se entregara en extradición como es solicitado. Ahora
el caso de nuevo toma vuelo y se calienta, explicándose por qué lo de la
drasticidad del Departamento de Estado yanqui contra Rafael Hipólito Mejía
y sus corruptos y vinculados desde el narcotráfico con todo tipo de
relaciones sucias bajo todas las formas posibles e imposibles. A
Ramón Cabral le espera cuando menos en Puerto Rico una condena que,
oscilando entre 6 y 12 años por cada uno de 3 cargos de apropiación
(robo) agravada de fondos estatales, que con lo de la fuga hacia República
Dominicana se torna más agudo el delito y se hace seguro que lo suyo, lo
de Ramón Cabral, será de 36 a 50 años sin derecho a parolí, o sea a
libertad por buena conducta ni bajo palabra, sino a rejas limpias. Ya
los dos socios menores de Ramón Cabral, el Director y Sub-Director de su
agencia de fraude, resultaron convictos y condenados en un tribunal de
Puerto Rico. Es
que, como hemos dicho, y a pesar de que algunos por razones que nos
explicamos no quieren arribar a la simple conclusión de que en República
Dominicana, dolorosamente hay que admitir que desgobierna un hampa
politiquera, que no merece continuar ni un día más en el Poder.
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