Leonel Fernández desenmascarado en su catadura de agente de los organismos creados por los consorcios imperio capitalistas para su globalización y neoliberalismo

 

En la conferencia de la Fundación Global de la que comentamos el torpedo  neoliberal caza-bobo de Leonel Fernández de pasar de contrabando el neoliberalismo disfrazado de alternativa no neoliberal que superara al populismo, y que anteriormente comentamos y desenmascaramos en este mismo programa, Leonel Fernández, además de proclamar lo de que toda alternativa debía descansar en tener como cuestión fundamental el mercado, puntualizó, para que nadie dudara de su catadura de ultraneoliberal, que a la vez que el mercado tuviese ese papel de piedra angular del desarrollo y regulador de la sociedad, el mercado -el dios neoliberal- debía tener el papel estelar en este terreno y no el Estado, el que debía ser relegado obligatoriamente a una función de tipo filantrópico o de beneficencia, consistente en regulador de la distribución de la riqueza nacional.

Pero, claro está, Leonel Fernández, que es más taimado que un gato, no dice entre quiénes el Estado va a distribuir las riquezas que a la vez va a regular. Y no podía ni puede decir la respuesta correspondiente a este asunto, ya que se trata de repartir las riquezas nacionales entre los consorcios monopolistas extranjeros de carácter golondrina de los que vienen, pican y se van, dejando en el país la estela de miseria y muerte, como ha demostrado la experiencia dolorosa, amarga y triste que el mismo Leonel Fernández y su claque depredadora del Estado le impuso al pueblo con la famosa capitalización, o sea privatización, de las empresas estatales para culminar el proceso de neoliberalización y globalización de la economía nacional, y de ahí al desastre actual que todos lamentamos.

Y lo mejor del caso es que Leonel Fernández prosigue como quien se hace cacá en los pantalones, no lo siente y no se da cuenta de nada.

 

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