TLC destruirá la agroindustria local mientras favorece a los monopolios imperio capitalistas

 

Las asociaciones agropecuarias dieron con números, cifras y hechos lo que se dice un pescozón con mano y sin mano a las gentuzas neoliberales del patio, y en particular del desgobierno de Rafael Hipólito Mejía y a la genuina hija del reaccionario terrateniente Antonio Guzmán, cuya familia recalcitrante de ultraderecha es asimismo ultra-católica del libertino Agripino Núñez Collado, con lo de la firma del pacto con el diablo llamado Tratado de Libre Comercio (TLC) impuesto por los EE.UU. y sus claques recolonizadoras.

Resulta que ese Tratado es en realidad algo que en estas condiciones jamás debió siquiera pensarse hacerlo ya que es un acuerdo leonino para los norteamericanos o de capa-perros para los dominicanos, puesto que de por medio hay escollos que unilateralmente son cargas de antemano establecidas para gravitar en contra de los intereses dominicanos y fuentes de jugosísimos beneficios para los capitalistas yanquis.

Amen de que se trata de un choque entre el huevo y la piedra donde los dominicanos somos el huevo de gallina, está el hecho de que EE.UU. es la primera potencia económico-militar-tecnológica-comercial y el país número uno como gendarme de países y pueblos a los que expolia, explota, saquea y esclaviza, y además que es un hecho reconocido que los gobiernos norteamericanos subsidian a sus productores, sobre todo agropecuarios.

Las asociaciones agropecuarias de la República Dominicana se confiaron en Benítez y en la Sonia Guzmán, que es un pájaro(a) de muchas cuentas, de una escrupulosidad cuestionada hasta dentro de los círculos más corrompidos de este país, al que los modelos internacionales de delincuencia le quedan cortos, y terminaron vendidos al diablo.

En la medida que fueron percatándose de los pormenores del desigual acuerdo bajo la punta de bayoneta que empuñan las agencias del capital financiero norteamericano FMI, BID y Banco Mundial, los directivos agropecuarios criollos han pegado el grito al cielo y han solicitado que el actual desgobierno del gallo loco Rafael Hipólito Mejía no firme el acuerdo, y reclame que se reabra la discusión.

Bajo estas condiciones, demostrando su carácter de verdaderos vendidos, los diputados de los tres corrup-partidos del sistema por la Provincia de Santiago hicieron público un rastrero e impúdico comunicado dando su respaldo a la firma del criminal y antinacional TLC con EE.UU.

Su argumento principal es que con ese traslado se crearían 80 mil plazas de empleos, y es aquí donde los dirigentes de las asociaciones agropecuarias le soltaron el pescozón con mano y sin mano a los vendidos y mercenarios diputados de los corrup-PLD, corrup-PRD y corrup-PRSC señalando que de entrar en vigencia con la firma de Rafael Hipólito Mejía dicho inaceptable Tratado, dejaría sin empleo a casi 600,000 dominicanos que actualmente laboran en esas empresas agropecuarias criollas, señalando además que las mismas aportan, según las cifras oficiales del Banco Central, nada menos que el 12½% del Producto Interior Bruto (PIB).

Así es que se habla, partiendo de los hechos y abordando la realidad monda y lironda.

Nada que venga del neoliberalismo y sus turiferarios puede beneficiar a la República Dominicana ni a su pueblo.

 

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