Lo del rocash, que dejó al desnudo la podredumbre hasta de las actuales autoridades de la UASD que encabeza el rector Rabochi García Fernández, plegado al carruaje sórdido del perrodé pepegato reeleccionista de Rafael Hipólito Mejía, que no ha querido ser encarado y resuelto con la única medida correctiva posible, es fruto de que el único responsable de ese paso funesto es su beneficiario, el gángster que hace de Embajador norteamericano en el país, Hans Hertell, puertorriqueño al que, como todo apátrida y aventurero inescrupuloso, nada le importa la desgracia de la República Dominicana ni de la isla de Santo Domingo al ser convertida en un depósito de desechos tóxicos

La población dominicana concurre así atónita, con los ojos desorbitados y la boca abierta, al hecho insólito de cómo las autoridades del hampa política de los perrodés pepegatos  del desgobierno de Rafael Hipólito Mejía taparon los nombres de los responsables y del beneficiario del traslado de miles de toneladas de material contaminado con sustancias venenosas y radioactivas de Puerto Rico al país. En ese tiempo, el incumbente de la Secretaría de Medio Ambiente era el agente de la Embajada yanqui, de la Iglesia Católica y continuador de la estirpe infame y criminal de Lilís Heureaux, De Moya Pons. Pero hoy prosigue la misma situación con el Secretario de Medio Ambiente del gobierno de Leonel Fernández-Pálido,  Max Puig, que está atado irresponsablemente a este mandatario, que es un genuflexo agente yanqui, acorde con su condición de lacayo servil, y se calla el nombre del responsable, que es el puertorriqueño Hans Hertell.

El llamado Procurador General de Medio Ambiente, que es el tal David La Hoz, muy conocido de los radioyentes de este programa y de los lectores de “¡Despertar!”, pues desde hace más de un año venimos denunciándolo como agente neoliberal, de los partidarios del agente yanqui Peter Drucker y su panfletón “La Sociedad Post-capitalista”, libro de cabecera además del apátrida seudo Presidente dominicano Leonel Fernández.

De David La Hoz hay la sospecha de haber nacido en los ghetos de la ciudad de Nueva York, de la unión de un dominicano y una puertorriqueña, lo cual estamos en vías de verificación para dar sus resultados a conocer próximamente, puesto que el gobierno de Leonel Fernández, del que también se sospecha que es ciudadano norteamericano igual que Rafael Hipólito Mejía, como se comprobó en el caso, entre otros, del Consulado dominicano en Boston, Estados Unidos de América, nombró allí a un apátrida de esos que juran por la bandera yanqui, por lo que el gobierno imperialista norteamericano no le reconoce la condición de cónsul dominicano.

Lo del rocash hay que resolverlo. Hay que empezar dando a conocer la responsabilidad directa de Hans Hertell como comercializador del mismo, lo cual lo descalifica hasta como diplomático norteamericano acreditado en el país. Hay que devolverle esa basura radioactiva a los puertorriqueños, a su país, colonia de los yanquis, y hay que someter a la justicia a esos responsables y que indemnicen en la medida justa, con muchos millones en dólares, ese crimen de lesa patria, y que los tenidos por dominicanos e involucrados sean condenados como patricidas.

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