Valiente denuncia de Miguel Zaglul comprueba la certeza de nuestras justas denuncias del carácter parasitario y dañino de la Iglesia Católica y su oneroso Concordato
Parece que a las lenguas silenciadas por un terrorífico miedo mudo se les han quitado las aldabas y ahora desde todos los lados surgen voces que, unas ahora y otras antes o después, revelan las reales y verdaderas actividades de la Iglesia Católica, S. A. y de sus obispos, monseñores, párrocos, diáconos, iglesias y parroquias en contra de la sociedad y del país. Esto no cabe duda, gústele o no a quienes nos auguraban un rotundo fracaso en nuestra justa campaña para crear conciencia y educar al pueblo y al país en torno al carácter parasitario, supersticioso, engañoso e ilusorio de la religión y de la fantasía llamada dios, de lo que se nutre, por lo que vive y de lo que vive la Iglesia Católica y todas las sectas cristianas, que en realidad no son más que expendedoras y distribuidoras del opio del pueblo, que es la religión, en particular la cristiana, sea católica o protestante desde la Anglicana hasta la Pentecostés, Adventista, Testigos de Jehová, seudo cristianos o mormones cristianos apócrifos, etc. Todo esto queda comprobado no ya en teoría sino con hechos prácticos y concretos, irrefutables y palpables. Miguel Zaglul, un empresario capitalista de la agro-industria, Presidente del Patronato Nacional de Ganaderos, estremeció, empezando el año 2005, al denunciar que la Iglesia Católica y su Episcopado, habiendo recibido 40 mil toneladas de leche en polvo como donaciones de instituciones benéficas norteamericanas para dar leche a los niños y familias pobres y hambrientas dominicanas víctimas de la desnutrición por la miseria horripilante que padecen, en vez de emplear dicha leche en polvo para el fin que se la donaron, esa Iglesia Católica y sus obispos se han dedicado a venderle la leche en polvo a los fabricantes de queso y mantequilla con fines comerciales con lo que además de robarle y causarle mayor daño a la gente y a los niños que sufren hasta con riesgos de muerte o de quedar con daños cerebrales y del cuerpo irreparables, como el raquitismo, desnutrición crónica, etc., también dañan y le roban a quienes sacrifican sus bienes e invierten esfuerzos y capitales en la producción ganadera lechera en los inhóspitos campos dominicanos. Sabido es la baja rentabilidad, o sea, la pobre cuota de ganancia que sobre la invertido produce la inversión ganadera de leche en nuestro medio donde además de las enfermedades, los fenómenos naturales del ambiente tropical, la carencia o dificultad para conseguir mano de obra calificada y el robo por los cuatreros que no dan tregua ni tienen escrúpulos en matar un semental de 200 mil ó 400,000 pesos para vender su carne por 10 ó 15 mil pesos en el mejor de los casos para esos ladrones, y no hay casa aseguradora que le dé cobertura a este tipo de inversión en todo el país, y sobre todo eso, la Iglesia Católica, la indolente y parasitaria mil veces Iglesia Católica, que recibe donaciones, ya sea como ésta de 40 mil toneladas de leche en polvo que denuncia Miguel Zaglul, Presidente del Patronato de Ganaderos del país, o bien las tantas otras que le llegan por otra vía y desde otros lugares, le asesta una puñalada artera en forma alevosa y por las espaldas a los productores de leche, en su inmensa mayoría fervorosos creyentes en supersticiones y brujerías y por lo tanto católicos a ultranza, desplazándolos del mercado y quebrándolos a través de meterles de contrabando –sí, de contrabando- 40 mil toneladas de leche en polvo que vende sin pagar ningún tipo de impuesto -ni por la venta ni por los beneficios leoninos que la Iglesia Católica percibe- puesto que el infame Concordato le exime totalmente de tener que pagar impuestos sobre la renta, como están obligados en cambio a tener que pagar todos los productores, criollos y no criollos. Si la Iglesia Católica quiere venderle leche en polvo a los fabricantes de queso y mantequilla, que importe esa leche en polvo conforme lo estipula la ley que rige al respecto. Y si es leche líquida del ordeño que quieren vender a precio competitivo, pues que se fajen en el ramo de la ganadería lechera, que de seguro, siendo los representantes de dios en la tierra y autoproclamados vicarios de cristo, sólo con pedirle a éste tendrán el más rotundo éxito asegurado, y podrán así demostrarle a todos los dominicanos y al país entero que sólo cristo salva y que no hay efectivamente otro camino para ser salvados. De seguro que todos sin rechistar le cantaremos loas a su invento padre, hijo y espíritu santo, con todas sus vírgenes y demás vainas. Nos hemos enterado que obispos católicos del país, junto con el representante de la mafia siciliana, ramal norteamericano, Timothy Broglio, Nuncio del Papa en República Dominicana, han estado reunidos en Barahona, en el negocio que allí tienen y que se llama ICATEBA (Instituto Católico Tecnológico de Barahona) además del obispado que encabeza el hijo de una bien agradecida familia de indudable raigambre netamente trujillista que le puso a su hijo los nombres Rafael Leonidas Núñez, el hoy Obispo de Barahona. Y no cabe la menor duda de que de allí no saldrán con una explicación frente a la contundente denuncia justa y honesta de Miguel Zaglul, pues este caso de la venta de las 40 mil toneladas de leche en polvo donada a la Iglesia Católica para dársela a los pobres no es el único y la repiten con las medicinas, dinero y todo, ¿hasta cuándo se soportará tanto engaño?
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