El etéreo mesías Flores Estrella y su comparsa de la izquierda mamante y el ultra reaccionarismo neo trujillista

 

El que hoy lancen anatemas, implementan chantajes y hasta traten de desmoralizar sin siquiera hacer acopio de las experiencias acumuladas, que son las guías teóricas que sirven para conducir la práctica respecto a lo nocivo que significó y sigue gravitando sobre  el movimiento revolucionario y popular lo de la hegemonía política e ideológica que sobre el mismo adquirió el oportunismo teórico y político, constitutivo del revisionismo, no nos causa ninguna sorpresa ni es motivo para que tal intentona la tomemos como algo extraño.

 Mucho menos los motivos y las características de las mismas a que se apelan, como tampoco son sorpresa las personas que lo hacen, si tomamos en cuenta los sectores sociales de que proceden o pertenecen y la orientación política e ideológica a que responden.

Que es necesario unirse para ocupar el espacio que están dejando vacío en la sociedad los partidos de derecha y social-reformistas del sistema. Este es uno de los motivos-argumentos esgrimidos por Rafael Flores Estrella, que es quien ha asumido individualmente la responsabilidad del llamado a esa necesidad de unirse, pero que sabemos responde a un conjunto de personas e individualidades que giran en su entorno o junto con el que se han desprendido de su vieja militancia-compromisos con los partidos del sistema ahora en bancarrota, como el perrodé, el corrup-Reformista, el Pálido, y de los viejos partido “capitulacionista” dominicano de los renegados revisionistas que definitivamente colgaron los hábitos al ser absorbidos por el tirano alimaña y la AID con el mamotreto de reformas del 1972, cuya bandera principal fueron las tristemente célebres Leyes Agrarias y la legalización de esa cueva pestilente de la pudrición oportunista revisionista p“c”d, el desaparecido “14 de Junio” con una supuesta representación que recae en la sucia persona del agente yanqui y mercenario comprobado Fidelio Despradel Roque, quien aceleró el descalabro total de aquél cuando, en el 1966, impuso junto a Hamlet Herman y varios agentes encubiertos (no cabe ahora duda de que eran de la AID), el foquismo con la tesis de Regis Debray y su planfletón aventurero-anticomunista “¿Revolución en la revolución?”, elaborado bajo las instrucciones del espionaje francés y de los guevaristas y castristas desesperados y que la claque renegada difundió en lugar del marxismo en el país; dentro de todos éstos habría que incorporar tanto al nombrado Iván Rodríguez como al renegado revisionista cabecilla del p“c”d, Narciso Isa Conde, y muchas otras basuras más.

Pero si observamos quiénes son las gentes de Rafael Flores Estrella y este mismo en persona, y nombráramos a un Leopoldo Espaillat Nanita y a su escudero Roger Ogando, o al señor Tomás Castro Monegro, ¿qué queda del motivo-argumento que se esgrime para la ocasión de que es necesario ocupar el espacio que deja vacío la derecha?

Preguntamos: ¿Acaso estos personajes, cualquiera que se escoja, han estado en otro lugar político que no sea el de las derechas, si es que acaso hay tantas derechas, como se desprende de sus conjeturas?

Otra interrogante: ¿Pero no se percatan en su desaforado subjetivismo incentivado ahora por fuerzas tan oscuras y tenebrosas como las que han operado en este escenario durante los últimos 45 años de que lo suyo puede ser un Frente Amplio sólo de inorgánicos, exactamente que lo suyo es un frente tan amplio que es inorgánico?

Estos señores no representan a nadie ni tienen siquiera ese objetivo dentro de sus oscuras intenciones pues si algo los identifica es que son huérfanos de bandera concreta en lo ideológico, en lo doctrinario, en lo político, en lo nacional y en lo que respecta a qué reivindican como pertenencia de las masas populares mismas.

Aquí, en nuestro país, que es el econicho nacional y sociológico de lo descrito por el insigne sociólogo José Ramón López y que resumiera tan brillantemente Américo Lugo, las cosas se toman no en su real significado y valor sino en el que a cada quien le da la gana, en un ejemplo sin precedentes de que así como existe un pragmatismo imperio-capitalista también de ese pragmatismo envilecedor existe una contrapartida que es el pragmatismo del lumpen y del desclasado que busca trepar a como dé lugar.

Sirva pues para ilustrar esto que decimos lo ocurrido cuando el tirano alimaña, consciente como nadie de esa aberración imperante, en forma despectiva y hasta insultante en buen castellano o español, dijera de Virtudes Alvarez que era etérea, lo que no significa otra cosa que insustancial, superficial, insignificante, y el coro de los aberrados celebró y aplaudió tal calificativo no como denigrante, que en realidad lo era y lo sigue siendo, sino que lo tomó como un reconocimiento y ensalzamiento de la insultada Virtudes Álvarez, que como buscavida y oportunista, digna exponente como genio y figura hasta la sepultura de lo que es ser mendiga política con alma de rastrera, también se sintió lisonjeada y hasta piropeada.

Es verdad que, por ciento, al tirano alimaña siempre se le ha tenido como singular figura epísteme de lo que es ser un gran chopero.

 

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