Falta de moral y escrúpulos fariseos y filibusteros de comparsa de Rafael Flores Estrella

Buscan unidad bajo mandato del Grupo de los 8 en contra del movimiento revolucionario y popular y destilando anti-comunismo

 

Otro motivo del que Rafael Flores Estrella y sus comparsas extraen uno de sus preferidos argumentos a favor de su inorgánico frente amplio, es que estando el neoliberalismo y la globalización enfrentados a los países y pueblos latinoamericanos, dentro de éstos han surgido corrientes populares que les hacen resistencia con perspectivas de éxito, como es factible creer que así haya sucedido en Uruguay con el frente amplio que allí recientemente alcanzó la victoria electoral. Y del interés de copiar el caso o la reciente experiencia de ese país del Cono Sur, surge en Rafael Flores Estrella y sus comparsas el llamado a la creación de un frente amplio en el país, y él, Rafael Flores Estrella, con el coro de sus comparsas compuestas por figuras muy bien conocidas y de tristes historias a cuestas, se erige en el mesías esperado de su unidad.

Ciertamente que la unidad es, como dice Lenin, una gran consigna pero a nombre de ésta se han cometido las más espantosas traiciones y los peores crímenes. Y para lograrla dentro y fuera del Partido, no basta con gritar unidad “es necesario entre muchas otras cosas tener especie de un programa político, un programa de acción política”, y quienes pretenden crear su llamada unidad sobre la falta de objetivos claros, sin el concurso de fuerzas políticas más o menos confiables, colocando en lugar de todo esto (que a todas luces son requisitos imprescindibles requeridos por todos los que estén dispuestos a luchar), tanto tendencias como supuestas personalidades, y en vez de principios y objetivos nacionales y populares colocar en su lugar la hipocresía, las presunciones mesianistas y elitistas, amparado todo esto en frases huecas y hasta en anatemas de carácter fundamentalista, como los que desparramaba Rafael Flores Estrella en el auditorio del Club Mauricio Báez, sólo terminan, como ya se hace más que evidente, en el más escandaloso  fracaso y la más horrenda ruina.

Peor aún resulta cuando ocurre, como es fácil de comprobar, en el pretendido frente amplio de cuyo nombre, como aprovechado, quiere adueñarse Rafael Flores Estrella en quien extrañamos su camisa negra para que más exacta sea su imitación de su admirado Benito Mussolini, que ese personaje ni siquiera se tomó a bien establecer los debidos contactos para conocer y oír por lo menos los pareceres de las otras corrientes y tendencias diferentes a la de él -Rafael Flores Estrella y sus comparsas- prefiriendo en cambio hacer una atropellada y precipitada convocatoria de grupos y personas que tienen tanto creencias ideológico-políticas como rumbo y trayectorias tan disímiles, que no es posible siquiera juntarse entre sí para tomarse una taza de café.

Y más absurdos hasta más allá de la ridiculez resultan los sueños mesiánicos de Rafael Flores Estrella y sus comparsas de pretender imponer un esquema copiado de experiencias extranjeras, por demás en forma antojadiza y mecanicista, cuando el rosario de anatemas de contenido chantajista en lo que él y sus comparsas, todos descalificados por ser, o consumados neoliberales y cosas todavía peores o renegados revisionistas y oportunistas traidores de profesión, lo cual es corroborado por la historia misma de los hechos, se erigen, además, en los confesos viabilizadores del plan específico de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) de los Estados Unidos, el cual canaliza a través de su programa llamado de Iniciativas Democráticas que, como es sabido, financia dicha agencia neoliberal a través de Agripino Núñez Collado, la UCAMAIMA y su tristemente célebre Diálogo Nacional con sus círculos de presión y manipulación al servicio del Poder foráneo como Participación Ciudadana, Finjus y demás entelequias, refugio de toda suerte de caza-fortuna e inescrupulosos como ilustran los Carlos Salcedo, Félix Olivares, etc., que de esos círculos, pretendidos servidores del adecentamiento y la lucha contra la corrupción, pasan a ser representantes tanto del hampa palaciega de Rafael Hipólito Mejía como del narcotráfico en el caso de Quirino Paulino Castillo.

La eliminación de cuajo de la independencia de los partidos políticos respecto al Estado es uno de los cometidos esenciales del neoliberalismo y la globalización, para lo que en su lugar o mejor, para ocupar el espacio que a dichas instituciones libres de ciudadanos y no estatales ni gubernamentales, aún en caso de ganar unas elecciones presidenciales, al Congreso o a los ayuntamientos y para desalojarlos, el “Grupo de los 8” ha dispuesto la creación de las ONG’s, para ocuparse de las actividades marginales, a la Iglesia Católica y las sectas protestantes les reserva las obras de beneficencia social y, los partidos, convertidos en apéndices del Estado a través de ser subsidiados y subvencionados y sus actividades reducidas, a la vez, a las participaciones en las campañas politiqueras de carácter electoral.

Y a este fin es que obedece la trama inmunda de las comparsas que cierran filas con el nuevo mesías a lo Mussolini, Rafael Flores Estrella.

Hay dos rasgos que retratan de cuerpo entero la falta de moral y de escrúpulos en los fariseos y filibusteros politiqueros que forman la comparsa de Rafael Flores Estrella, incluido, claro está, este personaje. Uno es que todos se han pasado su vida politiquera a la sombra de la extrema derecha y haciendo campañas bajas y sucias no sólo contra los socialistas (comunistas) sino contra todo lo que huela o se les parezca revolucionario. Para estos verdaderos carajos caza-fortuna, todo izquierdista o revolucionario ha sido siempre un inmundo comunista, respaldando de una u otra forma las distintas campañas de persecuciones y crímenes policiales contra ellos, desde la dictadura de los 12 años, durante el gobierno del reaccionarazo Antonio Guzmán, del corrupto capo Salvador Jorge Blanco o bien la discriminación ideológico-política en la forma más tenaz.

Ese carajo insoportable que es el tal Polín Espaillat tiene tal cola de infamias y bajezas dentro de esa práctica inmunda, que fue de los expulsados de la UASD en el movimiento de la campaña de destrujillización desarrollada allí a raíz de la caída de la dictadura.

Y siempre ha sido un partidario a ultranza, tanto del dominio del imperialismo yanqui sobre el país, como de los programas de sometimiento que para materializar esas coyundas oprobiosas ha diseñado dicho país opresor sobre la República Dominicana y las masas.

Un paria político, exponente del trujillismo nostálgico, que se incorporó al PRD, como lo hicieron miles de calieses y personajes funestos de la dictadura trujillista, a raíz de la consigna ideada y cocinada por el archi-traidor Juan Bosch, de “borrón y cuenta nueva” del 1961 y reforzada en marzo-mayo del 1966 cuando formuló en declaraciones públicas, aparecidas en el diario “El Caribe”, que ya el trujillismo había desaparecido definitivamente, por lo que era absurdo catalogar al tirano alimaña de trujillista.

Polín Espaillat, del 1965 hasta su salida del PRD para irse con Jacabo Majluta en el 1986, trabajó en dicho contenedor de inmundicias respaldando sus tendencias más tenebrosas y pro-yanquis, llegando a ser un pertinaz colaborador con la dictadura yanqui-balaguerista de los 12 años, en los que refinó su anticomunismo y reaccionarismo a ultranza. ¿Antineoliberal de a verdad? ¡Vamos carajo!, a otro perro con ese hueso, bien sabe este prominente miembro de la siniestra comparsa de Rafael Flores Estrella en lo que está y lo que anda desesperadamente buscando.

Pero si interesa, tomemos el caso de este pretendido mesías de última hora al que parece se le ha montado el espíritu errante en las borrascosas corrientes del mundo neoliberal del Führer Benito Mussolini que tanto admira. El pretendido mesías redentor, el inorgánico y etéreo, tanto o más que Virtudes Alvarez, Rafael Flores Estrella, debe recordar que fue Ministro de la Presidencia del gobierno hamponesco a lo Alfonso (Al) Capone (Cara Cortada) que encabezaba el corrupto Salvador Jorge Blanco, que no sólo dio un paso decisivo para la instauración del neoliberalismo en el país con la firma del nefasto acuerdo con el FMI en abril del 1984, sino que como Secretario Administrativo de la Presidencia le correspondió a Rafael Flores Estrella garantizar la aplicación contra el país y el pueblo del mismo, al igual que respaldó y atizó, como lo hicieron el crápula Peña Gómez y Hatuey Decamps, junto con Hugo Tolentino Dipp, aquella horrorosa matanza de infelices dominicanos acusados vilmente de que eran parte de una conspiración golpista, por lo que las masas en protesta merecían la represión y los crímenes de que fueron víctimas.

¿Qué es lo que dicen de ocupar estos sujetos el espacio que las derechas han dejado vacío en el espectro político de la sociedad dominicana? ¿Y qué son Rafael Flores Estrella, Polín Espaillat, Ramón Emilio Saviñón y demás yerbas venenosas, sino representativos, si no por mercenarismo por convicción trujillista, de la extrema derecha y de la falta de pudor?

Esta es una interrogante crucial que debería cada quien responder.

Proseguiremos más adelante con el estudio de los otros de la comparsa redentora del frente amplio inorgánico proclamado por Rafael Flores Estrella y comparsa con el evidente objetivo de impedir la creación, en el curso de la lucha, de un real y verdadero frente amplio no inorgánico, sino popular y nacional de a verdad. Mañana sin falta seguiremos.

 

Volver a la Primera Página