Los males y el descalabro son producto del modelo neoliberal del sistema imperio-capitalista

El fracaso total es lo que espera a este gobiernucho

No debe caberle la menor duda a ningún dominicano, de que el actual gobierno de Leonel Fernández, que es su Presidente igual que del Partido de la Liberación Dominicana (Pálido), está predestinado al más escandaloso fracaso en tanto, lejos de resolver o siquiera sentar bases algunas para la solución de los problemas económico-sociales del país y del pueblo, sólo terminará por empeorarlos, agudizarlos, ahondarlos, etc. pero jamás enfrentar los males reales que afectan y aplastan a la gente de este desgraciado país.

Se nos podrá responder de parte de un siquitrillado palidista y lumpen reciclado que hay que esperar a ver, o si no, que ya lo está resolviendo, y si es un palidista redomado y curtido en el engaño y la estafa, nos dirá que no siendo adivinos no podemos dar de antemano un juicio válido sobre el futuro inmediato, ni venidero a mediano plazo.

Como ya demostramos, ni siquiera en la gasolina se ha operado una rebaja en su precio real, sino todo lo contrario, ya que si en el gobierno del hampón político Rafael Hipólito Mejía la regular se terminó vendiendo a $1.84 dólares, al iniciar el año 2005 está a $2.77 dólares, lo que significa un aumento real de $0.93 del dólar, lo que representa en pesos al cambio actual un aumento en pesos de $27.90 por galón aún cuando al iniciar el año 2005 se vendía a $82.20 pesos el galón de gasolina regular. Y esto se repite proporcionalmente en todos los artículos de consumo, de los que se dice que han dizque bajado de precio, y que según los paniaguados abogados defensores de este injusto desgobierno y títere a ultranza de los yanquis y sus monopolios, son en total 2,500 los artículos supuestamente rebajados de precio, en relación a como los dejo el hampón político pepegato Rafael Hipólito Mejía el 16 de agosto pasado, al momento de entregar el Poder al gobierno de Leonel Fernández-Pálido.

Nos atrevemos a pronosticar ese estrepitoso fracaso de este gobierno bastardo en que su Presidente, cada vez que abre la boca es para mentir de nuevo o para repetir una vieja mentira y un atroz engaño al pueblo y al país.

¿Cómo llega Leonel Fernández al colmo de los colmos de afirmar que toda la violencia y los males son productos del narcotráfico?

Eso lo afirmó y lo difundió Leonel Fernández en las palabras pronunciadas el miércoles 6 de enero en la inauguración de la llamada Casa de la Justicia, que más bien seguirá siendo de la injusticia y personificará la materialización del adagio para el pueblo y sus gentes de: “Bacinilla de oro para orinar sangre”.

Pero al hacer tan peregrinas afirmaciones, Leonel Fernández no busca más que proteger y seguir justificando el monstruoso régimen capitalista neoliberal bajo el yugo del imperialismo, reforzado con un aparato estatal hipertrofiado e inútilmente parasitario que sólo contribuye al agravamiento de la explotación, del hambre, la miseria, la ignorancia, así como las formas más viles e infames de la opresión política, social, religiosa y cultural bajo todas las formas. Es el régimen éste, del que el narcotráfico local es parte suyo, igual a como el régimen es parte del mundo internacional del dominio y el yugo del imperialismo yanqui y europeo, del que el narcotráfico internacional es precisamente una nefasta secuela suya más.

Así como el narcotráfico no es el que engendra el bestial régimen neoliberal ni al imperialismo norteamericano ni al europeo, tampoco es verdad que sea el que engendra esta catastrófica situación, que es el resultado del sistema capitalista neoliberal o proteccionista, cual que sea, agravado por el dominio del imperio-capitalismo mundial.

Eso de exagerar desmesurada e ilimitadamente los alcances como secuelas que acarrea el narcotráfico y sus actividades, es el mismo recurso fatal aquel de satanizar el llamado comunismo, para hacerle cargar a los revolucionarios, todos los que eran llamados indiscriminadamente comunistas para así pretender justificar lo injustificable, como aquellos monstruosos crímenes y violaciones bestiales a los derechos humanos, a las libertades democráticas y en particular de creencia, políticas, de organización, de tránsito y de prensa.

Pero también esas azarosas e irresponsablemente lacayunas y serviles palabrejas del Presidente Leonel Fernández-Pálido, al tiempo que lo retratan de cuerpo entero en su inconsistente pensamiento superficial, pueden estar delatando que así como no enfrentará, ni le importa ni le interesa, desde el gobierno frenar la miseria, la pobreza, el hambre, los sufrimientos del pueblo por falta de asistencia médica, etc., también esas palabrejas del Presidente encierran el reconocimiento implícito, obvio, tácito o sobreentendido de que la crisis del imperio-capitalismo yanqui y europeo, de su sistema neoliberal globalizado de los monopolios, sólo puede mantenerse con y en actividades tan nocivas como el narcotráfico y la absurda escalada de violencia que estimula, una vez que emana espontáneamente de un atroz y salvaje sistema de por sí violento, basado en la explotación infernal del hombre por el hombre.

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