Leonel Fernández como jurado enemigo de la nación dominicana es de los que han cocinado la infame calificación de estado fallido o fracasado a nuestro país
Lo único que está sobradamente claro y comprobado, hasta el punto de adquirir el carácter de indiscutible e indudable, es que el actual Presidente del Poder Ejecutivo, Leonel Antonio Fernández Reyna, es un enemigo de toda la línea, de pies a cabeza, en cuerpo y alma, de la República Dominicana y del pueblo dominicano, respondiendo y preocupándose sólo y únicamente de servir los intereses del imperio-capitalismo norteamericano y de los consorcios monopolistas del capital financiero internacional y, a través de esa conducta anti-dominicana y anti-popular, acumular y seguir engrosando una fortuna personal, marcada con el sello pestilente de la corrupción y envilecimiento del Estado dominicano. Ahora, en el fin de semana del sábado 6 y domingo 7 de agosto, la penúltima antes de cumplir su primer desgraciado año de su segunda todavía más desafortunada administración como gerente del imperialismo yanqui del país, al que él mismo cataloga en forma denigrante como traspatio propiedad de los Estados Unidos, quedó comprobado que, tal y como hemos denunciado, es ese mismo personaje oscuro, con una oblicua y dudosa postura, cuya podredumbre no se cuestiona y se da por descontada, el que, prosiguiendo su complot contra la nación dominicana y el pueblo dominicano, acordó con los círculos de los monopolios norteamericanos y su capital financiero internacional, cocinó y dispuso, como parte de su estrategia, que es la destrucción del país dominicano, aplicar la táctica del chantaje y la extorsión y que desde Estados Unidos se proclamara la infame mentira de que la República Dominicana había fracasado como Estado Nacional. Fue el mismo Leonel Fernández quien hizo y acordó previamente el montaje de declarar fracasado al Estado Nacional, igualándonos con Haití en su nivel crítico y de descomposición, sin importarle para nada la nación ni la suerte de los dominicanos ni la dominicanidad, que quedarían reducidos a la condición de parias, gitanos o amasijo de ciudadanos roma. Todo es para chantajear y maniatar al pueblo, para que no recurra a la movilización y a la lucha contra el neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio (TLC) que impone el imperialismo junto a sus peones lacayos, como lo es tanto Rafael Hipólito Mejía como él mismo, esto es, Leonel Fernández. Es también un recurso intimidatorio para meterle miedo y pánico a los círculos productivos dominicanos, que tienen su sentencia de muerte por desaparición con el TLC. Lo mismo que chantajista para doblegar a los pusilánimes directivos del perrodé, y todo con el entendido y previo acuerdo mutuo con el grupo de amorales del rufián traidor, degenerado y amoral en todos los planos Hatuey Decamps Jiménez. De esto lo acusamos el viernes 5 de agosto, y ya el 6 y el 7 lo admitía en San Pedro de Macorís y en La Romana, donde en campaña politiquera, exhibiendo lo que sólo cabe definir como un maratón de demagogia y diarrea de ofrecimientos, ejemplo vivo de que con la boca y la lengua se ofrece de todo, siendo lo verdaderamente difícil darle cumplimiento en la realidad. Y en cada uno de esos dos lugares, San Pedro de Macorís y La Romana, Leonel Fernández expresó ser el mentor y guía del gran complot y de la conspiración anti-dominicana y anti-popular que se desarrolla, sobre todo, tras la consigna de que República Dominicana es un Estado fallido. Leonel Fernández, tal y como ha sido publicado en toda la prensa anti-dominicana, como las letrinas “Hoy” del Opus Dei-Pepín Corripio y “Listín Diario” de la mafia estafadora de Ramón Buenaventura Báez Figueroa (Baninter) ha dicho y repetido la expresión: Los sectores que quebraron al país; los sectores que quebraron al país… ¿No es esto la prueba de que Leonel Fernández es de los que sustentan y promueven la falaz acusación del Estado fracasado contra la República Dominicana? Es que el burro, por más que se empeñe no puede ocultar sus orejas. Los dominicanos con dignidad y decencia no pueden seguir tolerándole a Leonel Fernández y su banda que prosigan destruyendo impunemente el país y seguir burlándose del pueblo dominicano. Leonel Fernández y los pálidos pelegatos del gobierno traidor que él representa merecen una gran lección que sólo puede y es capaz de dársela el pueblo dominicano.
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