Los pobres que forzosa y obligatoriamente concurren a los hospitales públicos deben pagar por todo desde que pisan el local hasta que salen, aún sean muertos

Lo hemos denunciado mil veces y hasta la prensa amarilla tiene que recogerlo en sus venales páginas

 

Un órgano del Opus Dei, como “Hoy” de Pepín Corripio y cuyo director es Cuchito Alvarez Pina (Dugan), ha tenido que colocar como información noticiosa en primera página, lo que desde este medio y el periódico “¡Despertar!” hemos reiterado una y otra vez: Lo de la privatización de los hospitales públicos es un hecho criminal creado por el desgobierno del inepto neoliberal Leonel Fernández Reyna, y que en los hospitales públicos los pobres hijos y parte del pueblo que al caer enfermos, sin recursos, tiene que, forzosa y obligatoriamente, concurrir allí y deben pagar por todo desde que pisan el hospital hasta que salen, aún sean muertos, puesto que los deudos tienen que pagar hasta para que les entreguen un acta de defunción.

La realidad es tan cruel y escandalosa que publican la información bajo el título de: “Pacientes se quejan por los cobros en los hospitales públicos” y en los dos primeros párrafos se ven compelidos a reiterar lo que nosotros no nos hemos cansado de denunciar como una secuela tan terrible como fatal del neoliberalismo y de sus gobernantes lacayos y vende-pueblos, como Rafael Hipólito Mejía o Leonel Fernández, tanto los del Perrodé pepegatos como los pálidos pelegatos y los del grupo de la sabandija difunto, esto es, los del corrup-Partido Reformista Social Cristiano, vendidos en su casi totalidad a unos y a los otros a la vez.

La población dominicana está siendo víctima sistemáticamente de las acciones anti-humanas y retrógradas del neoliberalismo y su globalización, así como de los beneficiarios de éstos, que son los explotadores, los monopolios de los EE.UU., de la Unión Europea y de Canadá, así como la Iglesia Católica-Vaticano, y así, no hay un solo rincón de los servicios sociales que anteriormente usufructuaban las gentes que ahora no haya sido objeto de una de las llamadas reformas, que resultan en la eliminación de los servicios sociales que se prestaban a las gentes.

Es notorio que en tanto la población viene siendo sistemáticamente despojada de sus anteriores conquistas y logros sociales, las instituciones parasitarias, como la Iglesia Católica-Vaticanista y los funcionarios gubernamentales, junto a los estamentos politiqueros, a través de sus ONG’s, vienen recibiendo suculentas sumas millonarias de dinero consignadas en el presupuesto general de la nación.

El modelo capitalista de explotación y opresión llamado neoliberal se hace llamar “la democracia” y “el régimen democrático”, una vez que el Estado es arrinconado y relegado a una oscura esquina, en tanto todos los servicios sociales y públicos son convertidos en suculentas ramas del comercio privado de los capitalistas. Esto acontece con la educación pública, con los servicios de salud y los centros hospitalarios, con el agua y la energía eléctrica.

Mientras que las obras de asistencia a la masa de pobres y desamparados que crece, como se palpa en el país, a pasos gigantescos, son reservadas exclusivamente para la Iglesia Católica-Vaticano para que ésta pueda efectuar efectivamente su labor de obligar a los indigentes a ser, además, dóciles y sumisos, no ya por la fuerza, labor que tampoco descartan, como se comprueba en lo del Cardenal y la mano dura para imponer la práctica inconstitucional e ilegal del fusilamiento de ciudadanos bajo el falaz argumento de los intercambios de disparos.

La llamada reforma de salud y la Ley de Salud, que la regula, está comprobándose que se tratan de recursos y procedimientos para estrangular y oprimir aún más al pueblo con la privatización de los hospitales y de los servicios médicos públicos.

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