La ignorancia de Narciso Isa Conde sobre marxismo-leninismo supera 10 ó 100 veces el analfabetismo de Rafael Hipólito Mejía

Tal y como advertimos, lo de la orfandad de principios socialistas y revolucionarios, acordes con la clase obrera y los trabajadores, en el renegado revisionista y architraidor Narciso Isa Conde es algo tan escandaloso y alarmante, que así como nadie tiene la menor duda de que el rufián Rafael Hipólito Mejía es un verdadero analfabeto en toda la extensión de la palabra, la ignorancia, el analfabetismo y el desconocimiento del renegado oportunista Narciso Isa Conde del marxismo-leninismo y de los principios que éste consagra es 10 veces mayor, si no 100, que el analfabetismo y el troglodismo del truhán y payaso Rafael Hipólito Mejía.

Desde que Marx y Engels le aportaron el fundamento científico al socialismo, éste dejó de ser una utopía, y se convirtió en ciencia, en la más completa concepción que se sustenta en el materialismo y el reconocimiento de que el movimiento, que se afinca obligadamente en las contradicciones inherentes a las cosas, pauta un cambio y desarrollo permanente en dichas cosas mismas, esto es, la dialéctica, que es, junto con el materialismo, la concepción socialista del proletariado revolucionario y consciente.

Lenin sostuvo que el marxismo revolucionario proletario creado por Marx y Engels era científicamente exacto, que de éste sacamos los comunistas nuestros principios y convicciones para la lucha, a la vez que los métodos y consignas para la acción en cada momento, haciendo posible la más estrecha e indisoluble vinculación entre los principios generales del marxismo-leninismo y la realidad concreta.

Por ello exige Lenin que los comunistas debemos resguardar la doctrina de su envilecimiento, tal cual intenta seguir haciendo ese despreciable y degenerado payaso revisionista Narciso Isa Conde, y en medio del fragor de las luchas y las nuevas situaciones, los marxista-leninistas, los comunistas, estamos en la obligación no sólo de aplicar estrictamente nuestra doctrina, sino enriquecerla, aportándole nuevas experiencias y ensanchando el acervo cultural científico revolucionario que es el marxismo-leninismo, preservando su invariable carácter de clase proletaria y su inextinguible espíritu de partido comunista.

De ahí que Lenin estableciera, tal cual postularon Stalin y Mao Tse Tung y todos los comunistas consecuentes y verdaderos, que el marxismo-leninismo merece que se le estudie y aplique como una ciencia exacta, y no como una herramienta de pasa-ratos y momentos circunstanciales.

Los radioyentes de nuestros programas y lectores de "¡Despertar!" se han podido percatar, dándose perfecta cuenta de que es absolutamente cierto que el renegado revisionista y oportunista Narciso Isa Conde, no parte del marxismo-leninismo ni de la objetividad del materialismo dialéctico e histórico para abordar los problemas, y es que Narciso Isa Conde, como revisionista y oportunista, su arrogancia y engreimiento individualista pequeño-burgués lo cegó y preñó de soberbia, llegando a creerse que era una especie de mesías al que todos tenían que rendirle pleitesía y arrodillarse ante sus pies.

El bastardo Isa, que es José Israel, que usa el apellido Cuello, estaba perfectamente consciente de la criatura enajenada que se estaba inventando, pues nadie como ese otro renegado, el bastardo Isa, conocía de la galopante ignorancia que hace del degenerado comprobado Narciso Isa Conde, además de revisionista y renegado, un analfabeto funcional en materia de teoría y práctica revolucionarias.

Ante la demanda de que aporte pruebas de lo que este despreciable sujeto que, insistimos, está en un berenjenal de locura que lo hace hablar disparates sin reparar en lo que dice, como en un laberinto sin salida, afirma y difunde, en contra de los dirigentes de su “fui” que terminaron por obligarlo a tomar las de Villadiego, y ante la espera de que este presuntuoso presente pruebas o evidencias, amparadas en argumentos de contenido doctrinal, político, social o cultural, lo que viene a soltar este insignificante, típico caso de mucha espuma y nada de chocolate, no es otra cosa que un follón, que sólo es válido para dar cuenta del grado extremo de la ridiculez del renegado revisionista Narciso Isa Conde y que éste se ha erigido en una tragicomedia en vivo.

La prueba del machismo de los adversarios del renegado revisionista a lo interno de su mismo “fui”, que ahora hasta se lo han quitado y ya ni “fui” le queda, según el mismo revisionista Narciso Isa Conde es que: “En una ocasión un miembro del ‘fui’ le dio un pescozón a su mujer, y ésta concurrió a los organismos de esa entelequia a hacer la denuncia, y ese miembro que golpeó de un manotazo a su mujer no fue sancionado”. ¡Anda al diablo! ¿Y de qué fuerza de la revolución del carajo es que habla el carajete gay este Narciso Isa Conde?

¿Acaso es para debatir problemas entre pene y vagina que deben emplear el tiempo los que componen el “fui”? Según parece, nosotros hemos estado equivocados, pues no le cabe el nombre de “fui” por lo del verbo ser y haber sido o haberse dicho revolucionarios, sino porque en verdad eso que es el “fui” es un fui y no por el verbo precisamente. Y además, a los que ahí entran y salen, es claro el nombre que les corresponde: son caca y nada más.

Más aún, en su hipócrita y perversa labor, el oportunista Narciso Isa Conde, con sarcasmo afirma: “Pero Juan Gómez -que es sospechoso por ser servidor de La Pollona, que es un gay de vieja data que ha vivido siempre en el mundo del fandango- no es de los más machistas”. Léase bien: Juan Gómez no es de los más machistas, y con esto el renegado Narciso Isa Conde parece exculparlo en parte, a la luz de la filosofía “pero, un hombre al año no hace daño”.

Y de Secundino Palacios, que es tan simpático y sabrosón, pero qué pena que sea tan… manos ligeras con los fondos sindicales; de él dice Narciso Isa Conde, en sus malabares de politiquería, pues sabe que si hay uno que conoce de sus innumerables correrías es ese medio rufián que es Secundino Palacios, que por arte de sus prodigiosas manos convierte un cheque de 40 mil pesos en otro con el mismo número de cheque por un monto de 80 mil pesos, que Secundino Palacios no estuvo presente en la reunión donde no se quiso sancionar al que aporreó su mujer.

Gritó por Lourdes la feminista Contreras, de quien dijo no es dirigente del “fui”, pues no la aceptaron, aún cuando tenía capacidad para un cargo.

Y fue sincero, eso sí, cuando reconoció: “Lourdes no anda siempre atrás de mí”. Y es que, ciertamente, es el renegado revisionista quien anda a rastras de Lourdes, que es todo un jefe, un jefote del movimiento feminista, mientras que él, siendo feminista, se siente femenino.

Y a continuación monta un show según el cual las inexistentes bases del “fui”, le brindan su apoyo y rechazan a la actual dirección, ¿acaso no decíamos que el renegado estaba en el fraccionalismo y la conspiración hacia el interior del endeble “fui”? He ahí la prueba.

Pero lo que no tiene pies ni cabeza, como todo lo que atañe a la actuación y comportamiento de este renegado revisionista cuyo naufragio ya es harto evidente, es que reclame una revolución contra las organizaciones de izquierda, al mismo momento que se niega a debatir y a confrontar ideas mediante críticas y contra-críticas públicas y abiertas; así, el renegado revisionista Narciso Isa Conde, que es un cobarde y pusilánime que como podrido liberal oportunista rehuye la lucha ideológica, que es por lo que propugna el marxismo-leninismo, proclama que se hagan dos revoluciones, la primera de las cuales debe ir en contra de las llamadas organizaciones de izquierda, ¿o es acaso que el renegado revisionista y oportunista está tan alocado que no se percata de que hasta está suscribiendo una consigna estratégica del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) en relación al llamado movimiento de izquierda, al que justamente igualamos con cualquier cosa, con el movimiento gay, con los tecatos, con las prostitutas y la bohéme, en una palabra: la basura? El pobre Narso, ¿es que no encontrará quien se apiade de él y lo amarre o lo meta a un cepo?