Cura católico José Luis Hernández actuando como miembro de una pandilla de matones propone "cláusula eliminación fisica" a delincuentes marginales de los barrios
El matón consagrado como cura católico, José Luis Hernández, sacerdote a cargo de la Parroquia de Villa Consuelo, hizo una revelación importante que las autoridades deberían investigar y proceder, cuando dijo que al delincuente marginal o de barrio que sea atrapado en la comisión de delito “se le debe aplicar la cláusula de la eliminación física en el acto”. Como bien define el diccionario, cláusula es cada una de las disposiciones de un contrato, de un documento o cualquier acuerdo a que hayan llegado varias personas o grupos. El sacerdote católico José Luis Hernández tiene más el comportamiento y la estructura mental de un miembro de un escuadrón de la muerte o unidad de acción terrorista que pastor de almas y auspiciador de las creencias de carácter moralista y correctoras de la conducta humana. Pero cuando ese tal José Luis Hernández, el moreno cura párroco de Villa Consuelo, se expresa auspiciando la aplicación de la “cláusula de dar muerte en el acto al delincuente marginal”, no cabe la menor duda de que está haciendo referencia, de que está hablando de algo que está en algún lado acordado y detallado, y como se sabe que eso no está en la Constitución ni en las leyes ordinarias ni especiales de este país y de esta sociedad, es indudable que se trata, o de la Iglesia Católica, de su derecho canónico, o de los organismos secretos, que hace poco se denunciaron, a través de los que el Episcopado, el Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez y la Nunciatura, espían y dan seguimiento a los que rechazan las monstruosidades que cometen la Iglesia Católica y los curas, tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica.
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