Ante penurias y abandono población de Santiago se lanza a luchar mientras Leonel regala fondos y patrimonios del pueblo a la parásita Iglesia Católica

 

La brutal represión con que el gobierno lacayo de Leonel Fernández trató de aplastar en días atrás la protesta en Santiago, con saldo de varios muertos y más de dos docenas de heridos, no ha impedido que las poblaciones de la parte Sur de Santiago se lancen de nuevo y con más bríos y mayor valor, a la lucha.

En San José de La Mina, que agrupa varias zonas de trabajadores, como La Zamarrilla y el Barrio Obrero, junto al de Baitoa, se reclama que se proceda a efectuar la inversión social que las gentes requieren y necesitan con toda urgencia para el buen desenvolvimiento de su precaria existencia.

Las deplorables condiciones de vida imperantes allí, así como la situación hospitalaria, vienen a corroborar que sólo la insensatez y el espíritu de prostitución y entrega para con los capitalistas y explotadores explica el regalo de 1,300 millones de pesos a los capitalistas del Home y los regalos de hospitales tras hospitales a la mafia de la Iglesia Católica y Agripino Núñez, mientras en los barrios de Santiago, además de todas las precariedades, ni siquiera operan en condiciones mínimas las escuelas públicas por falta de locales, pupitres, sanitarios, agua y hasta de profesores.

No cabe la menor duda, el pueblo está haciendo uso de su derecho y del único medio que el enemigo no le puede negar, que es la lucha, alimento del decoro y de la dignidad de los pueblos.

 

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