ANGELA PEÑA 8

Ensalzando a los del partido social pedigüeño (PSP) en su seguidismo frente a la burguesía socialreformista tal como fue el respaldo al traidor Juan Bosch en las elecciones del 1962

 

Y no nos hemos equivocado, damos justamente en la diana, en su centro, en certero y fulminante disparo cuando, al enjuiciar y poner al descubierto toda la superficialidad a lo Corín Tellado y sus infelizmente célebres culebrones noveleros del romanticismo de quinto patio o de los pordioseros del espíritu que, presentado como periodismo de hechos históricos, cocina la socialcristiana Angela Peña, resaltando que sazona su venenoso guiso rellenándolo de mentiras y calumnias para tratar de envilecer al socialismo revolucionario y a nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), al tiempo que ensalza y fomenta tanto las tergiversaciones y aberraciones oportunistas de las prácticas y la plataforma ideológico-políticas castro-guevarista-debraistas y las aventuras contra-revolucionarias, pero por sobre todo, tratando de enaltecer a como dé lugar las teorías de la contracorriente revisionista-oportunista, en detrimento del marxismo-leninismo revolucionario y proletario, para lo que esa cagatinta, carente de formación y madera, no tiene más alternativa que recurrir al lanzamiento de infamias y vilezas, como la de presentar como marxismo-leninismo a la más burda y directa plataforma anti-marxista y anti-proletaria, como es la plataforma del revisionismo jruschovista-brezhnevista de las tres pacíficas y los dos todos, esto es, de la transición, emulación y coexistencia pacíficas en lugar de la revolución proletaria, el internacionalismo proletario y la ley universal de la violencia popular como partera de la historia, así como de partido y Estado de todo el pueblo en lugar de Partido y Estado del proletariado, bases todas esas tergiversaciones revisionistas de la renuncia a la lucha por la hegemonía del proletariado y su Partido en el proceso revolucionario democrático-nacional, popular y anti-imperialista, renunciando de hecho a la revolución, la que sustituyen los revisionistas por las reformas y la evolución burguesas, al tiempo que buscan provocar la desmoralización y la desarticulación del movimiento revolucionario y de sus organizaciones, las que se desnaturalizan, pierden su razón de ser y se transforman en centros de miserables oportunistas traidores y mercenarios, tal y cual ilustra el proceso revolucionario dominicano abierto desde fines del 1961, cuando los revisionistas logran pasar de contrabando su ideología de capitulación y traiciones que imponen al movimiento revolucionario la condición de apéndice de la burguesía social-reformista; con el respaldo al traidor Bosch en las elecciones del ’62, su supeditación y seguidismo ante las traiciones y represiones anti-populares y anti-nacionales de Juan Bosch desde el Poder en sus 7 meses de vida como gobierno; así como el posterior constreñimiento y reducción traidora y miserable de la lucha general por la libertad y la democracia (banderas irreductibles y permanentes de la revolución dominicana), a la vuelta del gobierno de Bosch, lo cual efectuaron desde el 1963 (septiembre) hasta el 24 de abril del ’65, para luego entregarse a la aceptación e instauración del gobierno títere de la intervención y del imperialismo, la reacción y la Iglesia Católica, el sirviente anti-nacional Héctor García Godoy; manteniéndose los revisionistas, tanto los de viejo cuño del desaparecido partido social oportunista (PSP) de los hermanos Doucoudray, como los de nuevo cuño (revisionistas de nacimiento congénitos e innatos) cuyo partido capitulacionista dominicano (p“c”d) también desapareció tan pronto dejó de recibir el subsidio de las remesas que, como mercenarios, recibían de parte del social-imperialismo soviético y sus zares revisionistas del Kremlin; debe recordarse que la camarilla del ultra-oportunista y revisionista Narciso Isa Conde y el Gordo Cuello fueron de los más regocijados en el país y que más respaldaron, igual que otros rufianes, la última plataforma revisionista soviética del ultra-agente del imperio-capitalismo occidental, Miguel Gorbachov de perestroika y glasnov.

Con nuestra labor de poner en claro tanto todas las causas, raíces y contenido como el nocivo significado contrarrevolucionario y anti-marxista y anti-leninista, en una palabra anti-comunista, que como socialcristiana y confidente reaccionaria efectúa en forma obsesiva Angela Peña, mancomunadamente con las gentuzas y claques de rufianes y canallas oportunistas-revisionistas de los renegados Narciso Isa Conde, Gordo Cuello y comparsa, Narciso Isa no ha podido soportar la crítica que, como un despiadado látigo, empleamos para desenmascararlo y evidenciarlo en sus afanes por persistir en su labor de confusionismo y tergiversación perversa y así, ha pretendido contrarrestar nuestra justa campaña de esclarecimiento del carácter coherentemente contrarrevolucionario y de agente de la burguesía y la reacción desempeñado por el revisionismo de renegados congénitos en aras de socavar la lucha revolucionaria del pueblo dominicano y los trabajadores criollos, desde que se abriera la coyuntura democrática a raíz de haber llegado a su final la dictadura de Trujillo y sus familiares en diciembre del 1961.

Pero la reacción del renegado oportunista-revisionista y agente contrarrevolucionario Narciso Isa Conde no conlleva a que este renegado haya cambiado su naturaleza de agente y lugarteniente de la traición revisionista infiltrado en el movimiento progresista y revolucionario democrático-popular, sino que su reacción ha sido para reafirmar su condición de recalcitrante renegado revisionista y jruschovista-brezhnevista, comprobado en que todo lo que elabora, hace y promueve, no tiene que ver nada en absoluto con el marxismo-leninismo, que es la concepción ideo-política del proletariado y la revolución proletaria popular, sino con el punto de vista del tránsfuga oportunista-renegado-revisionista que tiene su plataforma ideológico-política y organizativa en la abjuración, tergiversación, adulteración, castración y falsificación de los principios y tesis básicas fundamentales del marxismo-leninismo, para poner al socialismo al servicio de la burguesía y del imperialismo, y los estamentos y círculos más reaccionarios y negadores de alma y corazón de la revolución, por lo que si fueron los agentes suyos de entonces Hugo Tolentino, Jottin Cury y demás, piezas claves para la instauración del régimen provisional del agente yanqui clerical Héctor García Godoy, en los tiempos subsiguientes al 1966 tanto ese renegado oportunista-revisionista de Narciso Isa Conde junto con el Gordo Cuello -José Israel-, Carlos Dore, Luis Gómez Pérez, Asdrúbal Domínguez, Mario Sánchez Córdova y toda una banda de rufianes renegados de su misma laya, se empeñaron en garantizar el predominio y la hegemonía de todas y cada una de las teorías burguesas y pequeño-burguesas, esencialmente anti-marxistas y anti-leninistas, las que siguieron teniendo el control y la hegemonía sobre las masas populares y las actividades políticas que estaban llamadas a protagonizar, desempeñando el rol estelar en su realización.

La tesis y principio de Lenin de una exclusiva prensa partidaria socialista, en contraposición a la prensa amarilla, fue sustituida por la concepción kautskiana y jruschovista de una prensa sin carácter de clase popular-revolucionaria, sin compromiso con las demandas del proceso democrático-nacional y popular, no una prensa, como establecía Lenin, que coadyuvara a la organización y desarrollo de la lucha de clases de los grupos de explotados, una prensa necesaria y obligatoriamente con un marcado y franco carácter ideológico-político-social socialista, marxista-leninista, contrapuesta al social-reformismo burgués, al reaccionarismo de los sectores internos de la sociedad, retardatarios y oscurantistas, una prensa independiente y contrapuesta a estos sectores y círculos de enemigos del pueblo y del país, fue suplantada por las gentuzas revisionistas del partido capitulacionista dominicano (p“c”d) por una actividad de prensa como sirviente y agente de la burguesía social-reformista inclinada a la genuflexión, entrega y colaboración con la reacción y el imperialismo, con la dictadura yanqui-balaguerista y la Iglesia Católica, que actuaba en procura de obtener todos los privilegios que le dejara como herencia la dictadura de Trujillo en su único testamento político-nacional que fue el Concordato del 1954 y los anexos de febrero-marzo del ’58, el Vicariato Castrense y el Patronato Nacional San Rafael.

Como se puede ver, esta es la causa por la que Orlando Martínez, un renegado revisionista congénito, quien cada vez que oía mencionar la palabra socialismo proletario marxista-leninista se ponía frenéticamente fuera de sí, en una acción igual a aquel ministro de educación del régimen nazi que decía: “Cada vez que oigo la palabra cultura, saco mi Lugger y pregunto: ¿A quién es que hay que matar descerrajándole un tiro en la cabeza?”, es colocado primero en la Revista “¡Ahora!”, cuyo propietario era un sobrino político del cabecilla renegado revisionista, primero del partido social obrero (PSP) y luego del partido capitulacionista dominicano (p“c”d), José Espaillat, quien usó esas relaciones para garantizar la trayectoria de los renegados de renuncia a la idea de la hegemonía política, que se materializa a través de supeditar la propaganda y la política del socialismo y la revolución a los medios y posibilidades de hacerlo desde la condición de apéndice y practicando el seguidismo, yendo a rastras de la burguesía y sus medios.

Ahí, en la Revista “¡Ahora!” alcanzó ese renegado revisionista, Orlando Martínez, la condición de Jefe de Redacción, y se incorporaron como redactores oficiales de la misma, tanto ese miasma albuminoide y repugnante que es el tal Mario Emilio Pérez, como Félix Servio Doucoudray, como la Burra Labourt, Pedro Conde y tantas otras basuras oportunistas y revisionistas.

El mismo dueño de “¡Ahora!” tenía como tío político a José Espaillat, que era el dueño además de la letrina amarilla “El Nacional”, que dirigían Freddy Gatón Arce y Radhamés Gómez Pepín (Jack el Destripador y periodista de absoluta confianza del dictador). Gatón Arce era un gay que nunca se atrevió a salir del closet aún cuando todo el mundo lo conocía como tal, además de saberse que había sido viejo empleado, como abogado, del terrible SIM, junto con los hermanos Julio y Osiris Duquela, que junto con Faustino Pérez, el padre del fotógrafo artístico que lleva ese mismo nombre, eran los encargados de su Departamento Jurídico -hablamos del terrorífico SIM, en la última parte de la década del ’50, esto es, durante los tiempos más criminales de la dictadura de Trujillo-.

Hemos dicho que el renegado oportunista y revisionista congénito e innato, ha reaccionado como una sabandija ante nuestra demostración de que ni él, ni el Gordo Cuello, ni Luis Gómez, ni Carlitos Ascuasiati, ex-Director de Planificación de la dictadura yanqui-balaguerista, ni el arquitecto Rafael Calventi (que fuera otro de los artífices de la traición y la instauración del gobierno títere de García Godoy, con el que guardaba una cierta cercanía familiar -siendo ambos de La Vega- y que nunca le faltaron los multimillonarios contratos en la dictadura yanqui-balaguerista de los 12 años), ni Orlando Martínez, ni Mario Emilio Pérez, ni Pedro Caro, ni Marcallé Abreu, ni Carlos Dore, ni Enriquillo Sánchez, ni Pedro Conde o cualquier otro de esa fauna de rufianes oportunistas, ninguno tuvo al marxismo-leninismo como su doctrina guía, de la que Lenin en “Acerca del programa”, de 1901, decía que de la misma extraen los comunistas sus convicciones revolucionarias socialistas proletarias, sus procedimientos y métodos de lucha, doctrina que es todopoderosa por ser científicamente exacta; sino al revisionismo jruschovista brezhnevista.

Erigieron en piedra angular de su actividad de renegados revisionistas, la advertencia particular y complementaria que hacía el mismo Lenin al reclamar fidelidad absoluta a la teoría científica de Marx con su carácter de clase proletaria y su espíritu de partido comunista marxista-leninista. La advertencia de Lenin era que los comunistas estamos en el deber de, al tiempo de perseverar en sus principios fundamentales, cuidarse y esmerarse por enriquecer y desarrollar la doctrina socialista del proletariado, como la guía y el tesoro más preciado por los revolucionarios proletarios, y de la observancia irrestricta de sus postulados, Lenin hacía depender el curso ulterior de la revolución proletaria-socialista, tanto en el mundo en general como en cada país en particular.

Es bueno abrir aquí un paréntesis que nos permita dar detalles de las fuentes de donde el renegado oportunista emerge en el movimiento como un revisionista de nacimiento, congénito e innato: De los curas de La Salle, entre ellos el padre Avelino (en quien la tentación de los jovenzuelos es mayor que la fe religiosa que dice tener), recibe la contaminación por las aberraciones escolásticas y la metafísica, tanto por las vías normales de ojos, de boca, oídos y demás, como en forma aberrada por su trasero.

De eso nos advertía en el período del ’63 al ’65 el entonces joven pianista Oscar Luis Valdez Mena, adherido a los ideales y convicciones revolucionarios socialistas, quien hace unos aproximadamente 15 años muriera del SIDA. Nos decía: “Narcisín, líder comunista, ¡sí, cómo no!, que me lo diga a mí, que hicimos el bachillerato juntos y que desde los viernes de cada semana nos ajumábamos hasta perder el conocimiento, el cual prácticamente lo recuperábamos el domingo. Pregúntenle por qué un cura le cambió el nombre por el de ‘mi Narso’”.

Hoy, sin identificación ideológico-política, el renegado éste se dice seguidor de los ideales de Caamaño (¿tuvo alguna vez alguna idea Francis Caamaño?) y del que llama el inmenso Che Guevara, aventurero, un perfecto discípulo de Bakunin, de Struve, de Proudhon. Degenerado, participa de la marcha gay, y le hace un vulgar seudo poemita al hoyito; ¡qué bien!, ¿no es acaso ese cura que te bautizó como “mi Narso”, el mismo padre Avelino en persona?

-CONTINUAREMOS-

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