ESCOLTA A RIQUOY DEL SECRETARIO FF.AA. Sigfrido Pared Pérez actúa irresponsablemente al crear situación que puede desembocar en un torrente de sangre por proteger a ese agente anti-dominicano
El hecho de que el Secretario de las FF.AA., Sigfrido Pared Pérez, haya dispuesto que una escolta militar haga de guardaespaldas y cortejo del pervertido sacerdote belga, Pedro Riquoy, quien despliega una desembozada campaña permanente en contra de la nación dominicana, así como en contra de los dominicanos, atentando hasta contra el derecho a la existencia misma de la nación dominicana, que es consustancial, esto es, que es común al derecho a la autodeterminación del pueblo dominicano, lo mismo que a la soberanía nacional, resulta un acto evidente de que el actual gobierno del fantoche lacayo yanqui, que es el genuflexo y bueno para nada que no sea apadrinar corrupción, impunidad, robos, crímenes anti-democráticos y sobre todo entreguismo al imperio-capitalismo internacional, es cómplice y protagonista de la conspiración que busca la fusión con Haití y que República Dominicana sea convertida en el refugio indiscriminado de las hordas bestiales haitianas, lo cual comparte este inepto e incapaz gobiernucho de Leonel Fernández y sus pelegatos con el nefasto antro de oscurantismo y parasitismo que representa la Iglesia Católica-Vaticano por vía del Concordato, Vicariato Castrense y Patronato Nacional San Rafael, que le fuera impuesto, ilegal e ilegítimamente, por el mismo dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, en maridaje con el comprobado genocida Papa Pío XII, o el Papa de Hitler. Resulta contradictorio y hartamente peligroso para la estabilidad del país y la convivencia social que se denomina equilibrio de convivencia entre los dominicanos mismos el hecho de que las FF.AA., por vía del nada confiable, sino personaje en extremo sospechoso de andar metido en lo peor y de la peor forma, Sigfrido Pared Pérez, ya que el papel de las FF.AA., lejos de andar de alcahuete, pues no hay otro término más exacto y apropiado que describa a lo que de hecho vienen a reducir el papel de las FF.AA. Leonel Fernández y su Secretario de las FF.AA., Sigfrido Pared Pérez cuando en vez de pasar a defender la soberanía nacional y hacerse eco de la demanda nacional del pueblo quisqueyano de sacar del país a la banda de los Riquoy, Hartley y compañía, por su complot pro-haitiano y anti-dominicano, lo que hace en forma ridícula, que sólo causa un sentimiento ambiguo de no se sabe si reír o llorar ante tan alcahuete postura adoptada por este pelele que ostenta el rango de Secretario de las FF.AA., cuyo único papel que justifica su existencia es la defensa y garantía de la soberanía nacional, lo cual se pone en entredicho cuando adopta la postura de otorgarle una escolta militar al padre Riquoy. El Secretario de las FF.AA., Sigfrido Pared Pérez, adopta una posición que puede comprometer muy seriamente el honor y la imagen de las FF.AA. ante el pueblo dominicano, el que ha sido reiteradamente humillado y ofendido por gentuzas europeas como Riquoy y Hartley, así como otros granujas vividores sacerdotes como el tal Chepe Núñez, Regino Martínez o por los obispos delincuentes como los José Dolores Grullón, Tomás Abreu Herrera, Benito de la Rosa Carpio, tanto en los asuntos de la infiltración masiva de indeseables emigrantes haitianos como en otros órdenes, como son el de las violaciones sexuales y agresiones físicas mediante actos violentos contra los dominicanos, sólo para favorecer a los intrusos haitianos. Sigfrido Pared Pérez, en vez de comportarse en forma tan irresponsable y desaguisada, debe entender que con la escolta militar que le da al provocador enemigo de la República Dominicana y de su pueblo quisqueyano, Pedro Riquoy, este sujeto belga se sentirá apoyado, y se coloca en una delicada posición de que, con sus actos, provoque una situación de hecho con ciudadanos dominicanos, pues para nadie es un secreto que el odio que hoy se han ganado Riquoy, Hartley y su pandilla de provocadores es masivo e irreversible, y que mientras estos sujetos estén en el país seguirán en su sucia y asquerosa labor antinacional, lo cual no es aceptado en su propio seno por ningún país que se respete y que tenga autoridades gubernamentales, políticas, militares y policiales, que posean dignidad y decoro nacional. Sigfrido Pared Pérez ha embarcado a las FF.AA. en una delicada tarea en la que pueden éstas quedar, por culpa suya, en la situación de tener que asesinar con sus armas de guerra a no pocos dominicanos. Sabemos que Pared Pérez, más que militar, es un oficial de dudosa verticalidad cuando de tener que actuar a favor de la soberanía y dignidad se trata, y que esa conducta obsecuente suya es el denominador común que tiene con el inepto gobierno lacayo del genuflexo Leonel Fernández y sus bandas de pelegatos.
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