Nuevo Jefe P.N. Santana Páez deja al descubierto las orejas de burro del troglodismo y el atropello a la ciudadanía
El actual general Jefe de la Policía Nacional, Bernardo Santana Páez, cuyos compinches de los círculos de Poder y sus paniaguados diseminados en el mundo pestilente del periodismo venal y amarillo habían dádole una imagen de “preparado” e “intelectualizado” alto oficial policial, no hace días que se terció la ñoña de mandamás en esa cuestionable institución, e igual a como hiciera el que resultó funesto Jefe policial de horca y cuchillo Ramón Alcides Rodríguez Arias, de tan nefasta recordación para el país y la sociedad dominicana aunque saliera enlodado pero con más millones de pesos mal habidos que pelos en la cabeza, ya habiendo sido nombrado Jefe de la P.N., Santana Páez está demostrando los colmillos violentos e irascibles de gorila o de los fieros mandriles, y no sólo ha reiterado que proseguirá con las ejecuciones y fusilamientos inconstitucionales e ilegales, sino aguajeando y haciendo demagogia baja y barata, además de intolerante como cualquier hombre de las cavernas más recalcitrante, según se desprende de la brutal respuesta con que ilustró su terrible espíritu intolerante para con la libertad de prensa y el ejercicio de la libertad de pensamiento por parte de los periodistas, a los que, evidentemente, trata de intimidar y meter en miedo, tal y como se desprende de la respuesta que le diera a un reportero que, lógicamente, con todo derecho, le señalaba la incongruencia y la falta de concordancia entre las cifras de muertos fusilados o ejecutados aportados por la Procuraduría General de la República y la que él, Santana Páez, alegre e irresponsablemente pregonaba. Ante esa evidente contradicción, Santana Páez, no ya como el lobo disfrazado de oveja, sino como el mismo lobo real, le enrostró al periodista en forma fuera de sí: “Eso es una bajeza de su parte, intentar enfrentarme con sectores”. Es claro que el cojo, como el mentiroso, no llegan al fin y al cabo muy lejos, y más temprano que tarde, siempre terminan desenmascarados.
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